Los hijos de Hidalgo no han dado un golpe de estado en Globalia

Hidalgo está en su sitio, en la planta más alta de su despacho de Pozuelo, triste y cabizbajo por la dura crisis que azota a Globalia, pero para nada malhumorado por un golpe de estado familiar que no ha tenido lugar y que, como le dijo el entonces jefe de la casa del Rey, Sabino Fernández Campo a Milans del Bosch cuando éste preguntó en la Zarzuela,  la noche del 23 F, por si había llegado el general Armada, ni está ni se le espera.

Los hijos de Juan José Hidalgo fulminaron a los dos hombres de confianza de su padre, Alfonso Rivero, con despacho contiguo en Pozuelo y poderes para negociar al más alto nivel, y Joaquín Solares, con despacho en Llucmajor, Mallorca ,y responsable de las finanzas oficiales y extraoficiales del grupo -sendas destituciones fueron adelantadas por preferente.com- pero de ahí a una asonada, a un golpe de estado familiar, media un abismo.

María Jose Hidalgo, que ha cambiado su casa de la bahía de Palma por una residencia en la urbanización madrileña de más glamour, la Finca -tal como informara este digital-; Javier Hidalgo, que ha dejado su casa de Miami para permanecer más tiempo en la que posee en Puerta del Hierro; y Cristina Hidalgo, que siempre permaneció en su residencia habitual, no se han planteado cargarse a su padre porque, entre otras razones, no pueden.

Y tampoco es que quieran quitárselo de encima, de acuerdo con los veteranos de la casa que cuentan con más predicamento entre los herederos: García Rascón, responsable de Halcón, Mata, máximo dirigente de Travelplan, y Clarck, alma mater de Air Europa. Los hijos son conscientes de lo que Hidalgo representa para el grupo y lo admiran. “Lo único que han hecho ha sido aligerarlo de problemas”, sentencia un directivo próximo a toda la familia.

Para un competidor directo consultado por preferente.com, el golpe de estado familiar “no es que sea un supuesto, es que es un sinsentido: Pepe lo es todo en el grupo y solo lo retiraría un ictus”. En frase de otro colega, de origen humilde como el presidente de Globalia, “Pepe está más vivo que muerto y al pie del cañón”. A Hidalgo se le ha juntado la crisis económica con las traiciones de socios íntimos, “que lo han dejado muy tocado”.

Pero el presidente de Globalia sigue llevando el timón y si  no compagina sus negocios con la actividad inmobiliaria, como hasta ahora, pues se dedica a otros menesteres, como la venta de aparatos de juego de azar en los hoteles. Según ha sabido preferente.com, Hidalgo ha contactado con sus colegas hoteleros para vender juegos electrónicos en las habitaciones de los hoteles del Caribe, en sociedad con una empresa de casinos allí instalada.

En Globalia saben que los hijos mandan cada vez más en el grupo, que están más implicados, pero pese a ello  ni han ha dado un golpe de estado y ni siquiera  han arrinconado al gran jefe. Aunque en Globalia lo que más preocupa es su devenir, que es complicado, “aunque no tanto como el de Orizonia, porque aquí se ha instalado tal paranoia que espían a sus ex directivos, como un veterano de Madrid”, comentan en la sede de Llucmajor.