Una cumbre más política que turística la de Madrid, y sin gloria

Ha pasado con más pena que gloria la gran cumbre turística de Madrid, anunciada por sus promotores a bombo y platillo como el superacontecimiento del Sector en 2015. Incluso hubo quienes la compararon a Fitur porque consideraban que su repercusión iba ser igual a la de la feria turística celebrada a finales de enero. Mucho protagonismo político, apenas turístico y escasa trascendencia mediática y en las redes sociales.

Esta convención de personajes del mundo del Turismo ha tenido como ejes centrales en los medios a dos representantes de instituciones para nada vinculadas al Sector, la presidenta del Banco de Santander y el político luso Durao Barroso. Ya es llamativo que la entidad bancaria que menos apoya a los empresarios turísticos de nuestro país se erija en centro de atención de la cumbre. Igual sucedió con el alto cargo europeo.

Las intervenciones de los tres únicos representantes de las empresas turísticas privadas -Barceló, Gallego y Tejera- han pasado prácticamente desapercibidas. Solo Expansión se ha hecho eco de la intervención de Simón Pedro Barceló. De hecho, el primer diario financiero apenas si le ha prestado atención. Las intervenciones de los responsables de Iberia y NH han ocupado pequeños espacios en los medios afines a la organización.

Se ha notado a faltar la presencia de más grandes del Sector. Celebrándose en nuestro país, lo lógico hubiera sido haber contado con Fluxá, Escarrer, Matutes, Riu, además de Barceló. Pero los organizadores, los políticos de las dos instituciones de Madrid, han priorizado en los cargos públicos y en financieros. Un asistente allegado a preferente.com ha manifestado que su logística ha estado bien pero "ha sido superficial en su contenido".

Y es que sin los verdaderos actores de nuestra industria, los empresarios -y entre ellos incluimos a los de la nueva generación y nuevas empresas- no hay debate. Y sin discusión de los temas candentes del turismo estas cumbres pasan desapercibidas. Eso es lo que ha pasado con estas jornadas: que no han tenido trascendencia. La presidenta del Santander y Durao Barroso pocas lecciones, ciertamente, pueden dar a la clase turística.

Otra guinda ha sido la ausencia como participante de los debates o de las intervenciones de la responsable de Turismo de nuestro país. Es inconcebible que siendo la capital de España escenario de un acontecimiento de estas a características, Isabel Borrego no haya tenido protagonismo alguno. O no se lo han querido dar o ella no lo ha querido tener. Cualquiera cosa estando de por medio estos patricios del turismo madrileño y español.