El reto de los Hidalgo: quitarse al Santander de en medio

La negociación de los Hidalgo para comprar el 30 por ciento del capital de Globalia que no está en sus manos, revelada este martes por El Confidencial, tiene como objetivo último quitarse de en medio al Banco Santander. La prioridad número uno hoy para la familia salmantina es mantener su control de Globalia, y la entidad cántabra que preside Ana Botín puede ser una amenaza para ello (El Santander tiene la llave del Sector más allá de Globalia).

Al Santander, como a cualquier banco, lo que le preocupa de Globalia y los Hidalgo es su deuda, y su 9,9 por ciento del capital apenas lo ve más que como un instrumento para cobrarla. El grupo turístico acumula una deuda que se cifraba hasta hace poco tiempo en torno a 200 millones, y el patriarca a nivel personal soporta una cifra similar (Los Hidalgo negocian comprar el 30% de Globalia que tienen otros accionistas).

El Santander no hace ni ocho meses que absorbió al Banco Popular, y desde entonces ha tenido otros asuntos más urgentes y prioritarios. Pero para después del verano se prevé que dé un paso más en meterse de lleno a arreglar los activos más conflictivos, y también las participadas heredadas. Mientras tanto, y en el caso de Globalia, muy poco a poco, pasito a pasito, se va metiendo cada vez más en el día a día.

Las relaciones entre ambas casas son peor que pésimas, como es sabido, y el banco, en virtud de los compromisos de deuda, tiene su mano ampliar la cuota que hoy suma en el accionariado del grupo turístico. Ante este escenario, los Hidalgo quieren aumentar su dominio en el capital de Globalia, pero lo cierto es que no lo tienen fácil.

Hace tres meses, como recogió preferente.com, el propio presidente Juan José Hidalgo reconocía que no tenía dinero para comprar el 9 por ciento que vende su hermano. Parece por tanto complicado que nadie les preste 300 o 400 millones como se ha dicho, sin poder aportar avales que los garanticen, mientras otra salida que también se antoja algo utópica es que un fondo abone una cantidad similar para estar en minoría (Hidalgo: “Si tuviera dinero” compraría el 9% de Globalia que vende su hermano).

Otro asunto es el de la valoración, pues comprar un 30 por ciento de Globalia por 300 millones supondría tasarla en unos 1.000 millones, lo que también parece utópico teniendo en cuenta que su ebitda ronda los 100 millones anuales, y que hoy día se están pagando 4 o máximo 5 veces el beneficio bruto anual por adquirir empresas turísticas, todo ello sin restar además la deuda.

Así, antes de que los Hidalgo compren el 30 por ciento de Globalia, lo que parece más probable es que alguien externo entrase en el grupo. La aerolínea interesa, pero la división emisora viene dando abultadas pérdidas recurrentes los últimos años. Hay candidatos que se están moviendo, pero quienes conocen al patriarca cree que nunca venderá salvo en una situación límite, en contraste con el sentir de sus hijos, que lo harían cuanto antes.