El juez embarga las cuentas a los dueños de Xeresa Golf

Benidorm. 10/12/10.- El juzgado de lo mercantil número 2 de Alicante ha acordado suspender de todas sus facultades de administración patrimonial a los propietarios de la empresa Xeresa Golf, la familia del empresario Javier Cremades, propietaria del complejo Villaitana en Benidorm, situado en los terrenos anexos a Terra Mítica.

Según publica el diario Información, los hoteles se levantaron en la zona tras una concesión por 75 años otorgada por la Sociedad Parque Temático de Alicante (ahora Sociedad Proyectos Temáticos) que es la propietaria del suelo. En la sentencia, que es recurrible, el juez señala que se han acreditado "importantes indicios de una posible actuación fraudulenta por parte de los administradores sociales de la mercantil". Por ello decreta "la inmediata intervención y embargo de sus cuentas". 

Xeresa Golf entró en concurso de acreedores en octubre. La medida formaba parte, según explicaron, del plan de viabilidad y señalaban que no cesarían la actividad ni se produciría un ERE. Además, recalcaron que la suspensión de pagos tenía como origen una antigua deuda.

Esta sentencia, sin embargo, supone ir más allá que el simple concurso de acreedores por cuanto las posibles acciones fraudulentas serían "anteriores y posteriores a la fecha de declaración de concurso de acreedores", expone el juez, quien alude a "cincuenta y ocho transferencias" en favor de la mercantil Rústicas S.A. por valor de 2,66 millones de euros. Xeresa Golf solicitó el concurso de acreedores en junio de este año y fue declarado por el juzgado en octubre. La supuesta acción fraudulenta podría "haber agravado la insolvencia de la mercantil concursada con la complicidad de Rústicas S.A." continua la sentencia. Esta sociedad cuenta con un 18% del accionariado de Xeresa Golf. El titular del juzgado recalca que dicha actuación es "lo suficientemente llamativa y parece muy difícil de justificar".

Este complejo hotelero inició su andadura con la gestión de la firma americana Starwood y ambos establecimientos hoteleros llevaban el nombre de Sheraton Real de Faula y Westin Real de Faula. Buscaban entonces clientes de alto poder adquisitivo, pero a finales de 2007 los americanos decidieron abandonar la gestión del complejo al considerar que el destino en el que estaban enclavados los hoteles no se correspondía con la clientela que se perseguía. Ya en esos momentos comenzaban a arrastrarse dificultades financieras, que se agravaron posteriormente.

Con la marcha de Starwood, la familia Cremades, a través de Hoteles Jeresa, -integrada en el Grupo Rústicas S.A.- dirigió y explotó ambos establecimientos y los dos campos de golf. Los hoteles cuentan con 455 habitaciones y una plantilla de 200 personas, que en temporada alta llega a 250. El suelo que ocupa todo el complejo abarca una superficie de 250 hectáreas y supuso en sus inicios una inversión de 120 millones de euros. Por aquel entonces, el proyecto atrajo a conocidos deportistas de élite, que se sumaron al accionariado de Xeresa Golf. Fue el caso de Aspar, Butragueño, Míchel, el ciclista Ángel Casero o caras conocidas como Matías Prats.

Xeresa Golf cerró 2008 con una facturación de 8,12 millones y una plantilla de 200 trabajadores. Entonces las pérdidas acumuladas superaban los treinta millones. Según los datos del Registro Mercantil, en 2007 y 2008 la empresa de la familia Cremades acumuló unas pérdidas de 25 millones y en el último ejercicio, el de 2009, la situación se agravó aún más al arrojar nuevas pérdidas por valor de 4,9 millones. El pasado octubre el mismo Juzgado de lo Mercantil de Alicante aprobó el concurso voluntario de acreedores que la sociedad anónima Xeresa Golf, había solicitado unos meses antes. Esta sociedad es la propietaria del complejo hotelero Villaitana, propiedad del empresario Javier Cremades.

Xeresa Golf está participada en un 18% por la mercantil Rústica S.A., dedicada a la actividad agrícola e inmobiliaria y radicada en Madrid en la calle Antonio Maura. En su consejo de administración figuran, entre otros, Javier y Carlos Cremades, así como la sociedad Hoteles Jeresa, en cuyo consejo también está Javier Cremades de Adaro. Esta última sociedad fue la que se hizo cargo de la gestión del complejo hotelero cuando la firma americana Starwood decidió abandonar la explotación del resort en Benidorm.