Juan José Hidalgo puso 15 millones de euros sobre la mesa en diciembre de 2012 para probar su interés por el grupo Orizonia. Dos terceras partes de ese dinero fueron para quedarse con la hotelera Luabay, hoy casi fagocitada por la ‘hermana mayor’ Be Live, la marca propia del grupo Globalia.
Globalia no ha tardado muchos meses en hacer desaparecer la página web propia de Luabay, que hoy redirecciona hacia el sitio de Be Live en el que se ha unificado la comercialización de la veintena de establecimientos de ésta cadena con la decena de hoteles y apartamentos que la nueva socia tiene alquilados. La ex Orizonia ha perdido su espacio en la red e incluso los colores corporativos de antaño.
Silenciosamente, la insignia Be Live se ha estampado en carteles y material publicitario de los hoteles de la marca Luabay, con la que aún convive, aunque sus propios directivos desconocen hasta cuándo y si los planes pasan por oficializar una fusión. Fuentes cercanas a los responsables de la cadena que antaño dirigió Miguel Sierra han explicado a preferente.com la inquietud sobre el futuro que hay en la casa aunque, en el presente, “pasados unos meses están contentos de estar en Globalia”. Además, los resultados de este año parecen estar acompañando, tal y como se preveía.
Lo que parece claro es que Be Live y Globalia han sido ágiles en hacer suya a Luabay, y se refieren ya a los 31 hoteles del grupo como una unidad que se lleva centralizada desde las oficinas de Llucmajor. Frente a frente, la cadena que Hidalgo alumbró en 2002 duplica el tamaño del portafolio y triplica la edad de Luabay Hotels & Leisure, aunque los destinos en los que trabaja una y otra se pisan poco.
La operación por la que Globalia ‘salvó’ a Luabay de la quema de la quiebra de su principal competidor, prácticamente descabezó el equipo directivo de la joven cadena hotelera, que en 2012 logró 54 millones de euros de facturación, casi un 50% más que el ejercicio anterior. Sierra saltó del barco y en marzo se unió a la división hotelera del Grupo Piñero. Para el cierre de este ejercicio se espera que el negocio hotelero de Hidalgo arroje pérdidas. Algunos de sus activos están en venta.
PERROS COCHINOS!!
Pues es triste que aún habiendo incorporado unos cuantos hoteles y apartamentos de LUABAY que daban un EBITDA total de unos 6 millones de euros (antes de deducir gastos y costes de oficina central), tengan pérdidas.
Eso es que los hoteles BE LIVE no están nada bien gestionados, ni negociados!!!
Eso es que los hoteles BE LIVE pierden más de 6 millones de euros al año!!
Háganselo mirar, señores de GLOBALIA, porque es grave... O dedíquense a otra cosa.
Be live y globalia no tienen profesionales ni know how de como gestionar una empresa hotelera.
Despidieron a los directivos de luabay por envidia y miedo al fracaso.
En peores plazas hemos toreado ¿ verdad queridísimo yerno?
No tienen ni un solo negocio que les funcione a excepción de AEA. Menudos gestores tiene Hidalgo en su empresa Globalia. Entraran en el libro Guiness de los fracasos.
Es normal que pierdan dinero los gestores carecen de formacion y experiencia para dirigir una hotelera, los unicos que pueden hacer algo para salvar el barco son los pocos que quedan de Luabay, que casualmente han sido formados en Iberostar.EL problema que los que deciden son los de BE Live que son los que no saben nada de nada.Los unicos que tienen que cambiar a los directivos son los accionistas si no quieren seguir perdiendo dinero, como he di ho antes en lo que queda de LUabay aun quedan personas con el nivel suficiente para competir en el mercado.Pero con un torero dificil,que estamos en los mejores años del turismo y este Hidalgo perdiendo dinero.Al final se quedara con los malos y los pocos buenos que quedan se iran a otras empresas de las de verdad.