La dirección de Paradores de Turismo ha incluido la reducción de jornada de parte de la plantilla de la cadena hotelera pública entre las múltiples medidas que incluye su aún ‘secreto’ Plan de Viabilidad. De aplicarse, requeriría de la aprobación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo, han señalado a preferente.com fuentes sindicales, que aseguran que la empresa “ha puesto el ERE sobre la mesa como amenaza si no aceptamos otras cosas”.
Desde la sede de Paradores han asegurado a esta redacción que “lo último que se quiere hacer es un Expediente de Regulación de Empleo”, pero han reconocido que “si los sindicatos se enrocan y no firman las medidas de flexibilidad que se les están pidiendo, nos abocarán a tomar otras medidas, entre ellas el ERE”. De todos modos, han recalcado que por ahora “no se está hablando de un ERE en absoluto”
“Paradores quiere firmar un acuerdo para el nuevo convenio y la flexibilidad es el principal punto, necesario para que todos sigamos con nuestros puestos de trabajo”, han añadido desde la dirección de la compañía estatal.
La opacidad del Plan de Viabilidad
Una de las principales quejas de los representantes de los trabajadores, que este jueves se han vuelto a reunir con la cúpula de Paradores para continuar negociando el convenio colectivo, es la opacidad del Plan de Viabilidad que la dirección quiere desvincular del acuerdo laboral.
Las fuentes consultadas aseguran que el documento estratégico que se les ha mostrado contiene únicamente el enunciado de las medidas, tales como la externalización de servicios, los cierres temporales de establecimientos o la mencionada reducción de jornada. Sin embargo, no se concreta ni cómo, ni dónde, ni cuándo se pretenden implantar estas decisiones.
“El plan es tan agresivo que no quieren mostrarlo del todo para que no se monte un polvorín”, han declarado a este digital los sindicalistas. En cuanto a la propuesta empresarial para el nuevo convenio, el calificativo más suave que le otorgan los trabajadores es el de “aberración”.
De hecho, desde Comisiones Obreras el representante de acción sindical de la Federación de Hostelería, Toni García, asegura que Paradores quiere modificar el convenio “para dejar poco más que el Estatuto del Trabajador” por lo que hoy por hoy “no hay nada que nos acerque”. García insiste en que el actual convenio “está bien, pero no es ninguna cosa del otro mundo” por lo que no entiende la postura de la empresa y advierte de que habrá movilizaciones si no se llega a un acuerdo.
Flexibilizar un 60% de la jornada anual
“Es imposible de aceptar”, aseguran otras fuentes sindicales, añadiendo que “los que negocian conocen poco la empresa y solo quieren aplicar la última reforma laboral en su máxima expresión”. Entre otras cosas, según los sindicatos los actuales responsables de Paradores, con la presidenta Ángeles Alarcó al frente de las conversaciones, quieren que la flexibilidad laboral alcance un 60% de la jornada anual y aumentar a cuatro meses el período de actividad punta en el que no se pueden pedir vacaciones.
En opinión de los miembros del comité de empresa, Paradores “plantea poner al personal a disposición de la empresa, sin reglas”. Pero, a su juicio, “las plantillas de los hoteles son tan justas que no se puede aplicar su Plan, porque los trabajadores agotarán la jornada de todo el año en solo nueve meses”.
La contrapropuesta, en una semana
De momento, sindicatos y empresa no tienen fecha para una próxima reunión, aunque se confía en que dentro del mes de julio se produzcan nuevos encuentros. La semana que viene, UGT y Comisiones Obreras presentarán a la dirección de Paradores de Turismo su contrapropuesta para el convenio colectivo. Sin embargo, fuentes sindicales recalcan que “hay pocas posibilidades” de que se acepte porque “las distancias son enormes”.
En las centrales que participan en la negociación se habla ya, desde hace tiempo, de la posibilidad de activar medidas de presión contra la compañía. El pasado 19 de junio se produjo la primera manifestación de trabajadores frente a las dependencias centrales de Paradores. Si la dirección de la red pública de alojamiento no varía su postura, los sindicatos no descartan nada, ni manifestaciones ni huelgas.
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