Pinchazos telefónicos a excargos de Adif revelan cobro de mordidas y tejemanejes

Los pinchazos telefónicos a excargos de Adif investigados en la ‘operación Yogui’ revelan los manejos de la decena de imputados en el caso para alterar mediciones en el AVE a Barcelona y beneficiar así a la empresa Corsán a cambio de comisiones en forma de viajes.

“Yo sé que hay cosas infladas, porque las inflé yo directamente (...) Está bien camuflado, con el hormigón subío, el acero subío...”, dice uno de los técnicos investigados, según las conversaciones reveladas por El País. “Hemos subido siete puntos y pico, que son unos cuantos millones de euros camuflando mediciones. Ya está, no nos pidáis que subamos a diez (...) Eso os lo habéis sacado de la manga”, agrega.

En las conversaciones los excargos, empresarios y técnicos grabados reconocen sus dudas acerca de la seguridad de las obras del AVE. En una de ellas, Jaime G. G. admite que la certificación “está hecha como está hecha” y en una charla con Antoni C., de Corsán, le dice que no puede llegar al nivel que le pide “ni de coña” a menos que sea “haciendo burradas”. “Estamos asumiendo precios muy gordos eh, o sea que ya sabes, nos estamos comprometiendo bastante”. El apoderado admite que algunas obras no se han ejecutado: “En soleras [piezas horizontales en las que se asienta la estructura] se dejó de hacer un trocito”.

El fiscal de caso cifra en seis millones de euros el sobrecoste de las obras del AVE en Barcelona, sin embargo una auditoria de Adif entregada recientemente al juez que investiga la trama corrupta eleva esa cifra a 31 millones.