El Tribunal de Cuentas europeo ha emitido un informe demoledor sobre la red de transporte ferroviario de alta velocidad de España. Según dicho informe, ahora divulgado y conocido, solamente la ruta Madrid-Barcelona es rentable económicamente. Y pocos días antes, otro informe, en este caso de la asociación de geógrafos españoles, dio a conocer los derroches presupuestarios en infraestructuras, entre ellas las ferroviarias. Pero no solamente en estas, sino también en las de carreteras y autovías, terminales aeroportuarias, desaladoras y otras obras públicas.
Desde un enfoque economicista, ambos informes son verdades contundentes, pero también es indudable que el problema no son los trenes de alta velocidad. El problema estriba en la elevada corrupción que existe en la contratación de obras públicas pagadas a las empresas constructoras, con generosas licitaciones y aceptación de sobrecostes no siempre justificables. Y también es cierto que la corrupción y la vanidad de políticos ha permitido abrir estaciones del AVE en lugares donde no hay pasajeros, o tramos inacabados. Igual que con los paradores de turismo, sin alejarnos del sector. Por esto, no es de extrañar que en España haya constructoras y adjudicatarias de contratas públicas que han hecho multimillonarios a sus altos directivos y a sus propietarios mayoritarios, que no al resto de accionistas si cotizan en Bolsa.
El AVE no es el problema, pues. Porque el tren es social y medioambientalmente rentable. Y el AVE, aún sin pasajeros suficientes, está sacando a España –que hasta hace 25 años era uno de los estados europeos occidentales con peores comunicaciones ferroviarias- del retraso y de la deficiente comunicación, que aún padecen Extremadura, parte de Andalucía, el País Vasco y los territorios del ansiado Corredor Mediterráneo. El problema no es el AVE, que nadie se lleve a engaño, sino la gestión interesada y corrupta en la toma de decisiones sobre muchos de los trazados y prioridades.
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Hecho para que los de Madrid tengan fácil ir a cualquier sitio del país. Mejor que hubieran invertido en trenes y servicio de Cercanías, Metros, etc para la gente que lo necesita para trabajar.
Igual ya vale con la censura...
Estaciones faraónicas de AVE sin pasajeros,todas las rutas (menos una) de AVE deficitarias,y dice aquí el “experto”que el problema no es el AVE.
No,hombre,si al final la culpa va a se de mi vecina del quinto.
Esconder una manzana podrida en un barril de manzanas podridas, no la mejora. El AVE desde el minuto 1 fue un despilfarro innecesario que se ha comido miles de millones de euros que se podrían haber gastado en infraestructuras necesarias. Pero como el dinero venía de Europa y ya sabemos que el dinero público no es de nadie...Y empezó la centrifugadora periférica a pedir "uno pá mí" Y ahí tenemos a España vertebrada por líneas de alta velocidad sin viajeros. Igual que las radiales de Madrid. Igual que muchos aeropuertos. ¿Quién los licitó? secreto ¿en qué informes de viabilidad se apoyaron?secreto. En ese secreto de no pedirle cuentas a nadie está la corrupción.