El moderado optimismo del presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona, Jordi Clos, sobre la temporada turística en la capital catalana durante el año 2017 ha tapado una realidad preocupante: Barcelona se queda fuera de muchas de las listas de ciudades candidatas a la organización de eventos de negocio.
Barcelona dibuja un escenario preocupante para 2018 y 2019. No llegan reservas para ferias, congresos, viajes de incentivos y convenciones, que unido a la caída del 17 por ciento de los ingresos turísticos en el último trimestre muestra un panorama muy pesimista para el Sector en Cataluña, donde ni la aplicación del artículo 155 parece haber apaciguado la deriva nacionalista que se vivió desde el referéndum ilegal del 1 de octubre.
Los eventos se organizan con dos años de adelanto y Clos ha admitido que se está percibiendo “un cambio de dinámica” negativo para Barcelona, una ciudad donde se ha vivido intensamente todas las consecuencias políticas del ‘Procés’ independentista.
Al representante de los hoteleros de Barcelona le preocupa, además de la situación política, los ataques por turismofobia y, especialmente, los mensajes que se lanzan contra los turistas por parte del Gobierno municipal que preside Ada Colau, que se ha negado recientemente a destinar más dinero a la promoción turística de la ciudad.
La alcaldesa Colau, en cambio, sí se ha mostrado públicamente a favor de organizar eventos en Barcelona, un interés que no tienen unas empresas muy preocupadas por el clima político que se vive en Cataluña.
que pena que todavia NO SE DEN CUENTA UNOS POCOS QUE ESTAN HACIENDO DAÑO A LOS HABITANTES DE BARCELONA .. SON UNA VERGUENZA DE POLITICOS ...