Sanidad cortará la sangría del ‘turismo sanitario’

El Ministerio de Sanidad, dirigido por Ana Mato (PP), va a aplicar la tijera también al fenómeno que se conoce ya como ‘turismo sanitario’, por el que miles de pensionistas de países europeos recalan en España de visita para aprovecharse de la gratuidad de su sistema de asistencia sanitaria.

Las cifras revelan que casi 700.000 ciudadanos extranjeros se han sacado irregularmente la tarjeta sanitaria en nuestro país, generando un gasto de 917 millones de euros a las arcas del Estado. El Tribunal de Cuentas ha puesto de relieve el importante desajuste registrado, por ejemplo, en el año 2009: los españoles que recibieron asistencia fuera gastaron 46 millones de euros, pero España facturó 441 millones de euros por la asistencia a extranjeros de la Unión Europea, Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.

La explicación: “España es un país eminentemente receptor de turistas y residentes extranjeros”. Tanto es así que, en Internet, es fácil encontrar páginas web que promocionan paquetes con traslado, alojamiento y operación quirúrgica incluida en diversos destinos españoles.

La Costa del Sol se lleva la palma, e incluso cuenta con una urbanización, la de Fuente la Piedra (en Málaga), dedicada al alquiler de chalets por meses para los pacientes europeos que se operan en hospitales de la zona, según El Confidencial. La implantación de prótesis de cadera, la extirpación de cataratas o las intervenciones coronarias son de las más populares, por ser gratis en España y de pago en otros países europeos.

Hace unos días, el diario ABC llevaba a su portada la iniciativa del Foreign Office (Ministerio de Asuntos Exteriores) del Reino Unido, que ha elaborado una extensa documentación, disponible online, con la que asesora a sus súbditos sobre cómo aprovechar el servicio sanitario de España durante su estancia. Tras los británicos, los alemanes y los belgas son los más numerosos en los centros médicos públicos. Proporcionalmente, los ciudadanos de Francia y Portugal son los que mayor número de facturas sanitarias generan, pues muchos de ellos se limitan a cruzar la frontera para ser atendidos en Galicia, Extremadura y Cataluña.