Etihad, el mayor accionista de Air Berlín, que lleva aportando el capital para que la segunda aerolínea alemana siga abierta pese a sus interminables pérdidas, ha perdido la paciencia y ha obligado a la compañía a adoptar medidas radicales: desde el próximo 1 de noviembre, la compañía abandona prácticamente en su totalidad el Mediterráneo y se concentrará, con sus aviones A330, en los vuelos internacionales con América, sinérgicos con la red de Etihad. Para ello, cederá a Eurowings, en régimen de wet lease (operación a cargo de Air Berlín, pero con la comercialización, marca, uniforme e imagen de Eurowings) 40 de sus aviones a la filial de Lufthansa, que se convierte así en una aerolínea de bajo coste de gran envergadura. Es la despedida prácticamente final de Air Berlín a España, destino al que sirvió de manera impresionante durante años, con un modelo único que inicialmente fue muy rentable pero que lleva años en crisis.
Air Berlín lleva casi una década perdiendo dinero y adelgazando. Pero ni así logra recortar sus pérdidas. Fundamentalmente, la feroz competencia de Ryanair y de Easyjet la han tumbado. Por lo que el propietario, Etihad, ha decidido acabar con la sangría. Las medidas son bastante radicales: Air Berlín centrará sus operaciones en Dusseldorf y Berlín, abandonando el resto de los aeropuertos alemanes. Y focalizará sus vuelos en los servicios de largo radio, en los que, al parecer, las cosas le van mejor. Por lo tanto, salvo algunos vuelos puntuales, la compañía prácticamente dejará de volar al Mediterráneo, así como a la mayor parte de los destinos intraeuropeos. La dirección espera así reducir sus pérdidas a niveles manejables o, incluso, pasar a tener beneficios.
El aspecto más llamativo de la noticia es que su flota de aviones A-320 y A-321 (a estas alturas ya se ha deshecho de todos los B737, que eran el eje de su flota de medio radio), unos 40 aparatos, pasará en bloque a ser operada por Lufthansa, a través de su filial de bajo coste, Eurowings.
Lufthansa, el primer grupo aéreo alemán, había despreciado los vuelos de bajo coste. De hecho, Karl Ulrich Garnadt, uno de los integrantes del Consejo de la compañía, declaraba la semana pasada que “Lufthansa subestimó completamente los vuelos baratos; incluso nos reíamos de ellos. Pero ahora nos parecen algo importantísimo”. Garnadt es el responsable de Eurowings, la filial de bajo coste de la compañía, bajo cuya bandera se producirá la absorción de la mayor parte de los vuelos de Air Berlín. Incluso, Eurowings abrirá una base en Palma de Mallorca, para atender con más eficacia los vuelos al Mediterráneo.
El plan de Lufthansa en los vuelos de bajo coste tiene varias fases: la primera era consolidar la marca Eurowings como un servicio saneado, competitivo y de calidad. En segundo lugar, ampliar la empresa hasta tener una dimensión de mercado adecuada. Se espera que ahora, con la incorporación de estos 40 aviones de Air Berlín, lo conseguirá. Y finalmente, con esa nueva dimensión, rentabilizar a la compañía, obviamente haciendo frente al cáncer de corroe la aviación alemana, que son Ryanair e Easyjet, cada día más agresivas y populares en este país.
No creo que Ryanair e Easyjet sean un cáncer, es competencia y Lufthansa tiene que aprender a competir como las demás. Bastante dinero ganaron durante muchos años.