Ha ocurrido lo que era de esperar: hemos vuelto a cambiar de opinión sobre el futuro del tren en España. Nuevo ministro, nueva política, que es la anterior, pero ahora sin tapujos. Y, por supuesto, como siempre, bloqueando la competencia, impidiendo que España pueda tener un día una empresa ferroviaria potente.
Europa está asistiendo a una paulatina liberalización de la provisión de servicios ferroviarios. Lo mismo que había ocurrido con la aviación en los años noventa. España está en la cola del proceso. Mientras Gran Bretaña ya no tiene trenes públicos; mientras Holanda dispone de incontables empresas privadas ofreciendo servicios; al tiempo que Alemania ya ha dado paso a numerosos proveedores privados; cuando en Italia –¡Italia!– ya operan numerosos rivales de Trenitalia, nosotros seguimos sólo con Renfe, la de los anuncios en radio que acaban diciendo “Ministerio de Fomento. Gobierno de España”, para que no quepa duda alguna de que es una máquina electoral que debe justificar su existencia canalizando votos para el Gobierno que sea.
Ya nos pasó con Iberia: actuamos como si fuera posible evitar la liberalización. Por eso pensamos que la mejor forma de proteger nuestro monopolio es evitar avanzar. El resultado será, como siempre, que no tendremos ni Renfe –cosa inevitable por tratarse de una compañía que por su propia estructura es inoperante– ni tampoco un proveedor privado solvente y competente. Ya verán que al final nos quedamos sin nada. Vean hoy el triste panorama de nuestra aviación: Iberia (británica), Norwegian (como indica su nombre) y Ryanair (Irlanda) son las tres compañías importantes del país.
Era bastante obvio que la ministra Pastor no tenía ningún interés en introducir la competencia en el ferrocarril, pero tuvo que ser el nuevo ministro quien dijera claramente que nosotros estamos mirando al pasado. Desde luego, mientras el Gobierno no sea capaz de aclarar qué costes tiene utilizar las infraestructuras, nunca vamos a tener operadores profesionales. Terminaremos por darle el negocio a los 'amiguetes', como ha ocurrido siempre, para acabar también como siempre, sin nada.
Lo que no cuentan.... Es Ave a La Meca firmado por el Sr. Blanco va a riesgo... Renfe va a perder hasta la camisa.. y habrá que buscar a compensar antes de liberar.. Y si encima se pone la red ferroviaria a precio real... Renfe esta en quiebra total... pero eso para el próximo ministro... Este solo a cortar cintas... en nuevas rutas subsidiadas de AVE.
En una democracia, como esta, es algo normal. Liberalizando el mercado se pierde votos...