El próximo escenario que vamos a vivir en el transporte europeo son las alianzas entre las compañías low-cost y posiblemente las flag carriers. Ryanair acaba de anunciar la creación de nuevas bases en Hamburgo, Nuremberg, Stuttgart y Colonia lo que afectará directamente a Lufthansa y Eurowings. En esta nueva singladura de Ryanair podría costarle muy caro a esta última aerolínea porque tendría que bajar sus tarifas más de un cincuenta por ciento.
Ryanair tiene sus esperanzas puestas en acuerdos con otras compañías low cost. Actualmente se encuentra en conversaciones con Norwegian Air Shuttle. De llegar a buen puerto, la alianza permitiría a la irlandesa alcanzar el otro lado del Atlántico y a Norwegian conseguir alimentar sus vuelos tanto de corto como de largo radio. La idea es alimentar las operaciones de larga distancia desde aeropuertos como Gatwick o Barcelona.
En los próximos cinco años es inevitable que las low cost alimenten a las compañías de largo radio como Air France o Lufthansa, al igual que en su caso hace Vueling con las rutas de BA. Ante esta tesitura es muy probable que Ryanair o EasyJet alimenten de tráfico a Air France o Lufthansa en Alemania y Francia, a pesar de las malas relaciones entre las grandes empresas aéreas y las de lowcost.
Creo sinceramente que es a lo que estas compañías de bandera están abocadas en el futuro porque hacen dinero en la larga distancia y pierden dinero en la corta. He sido en algunos momentos crítico con O’Leary o Walsh, e incluso con Norwegian, pero hay que rendirse a la evidencia y no podemos cambiar las cartas que nos han repartido, solo nos queda jugar la mano y esto es lo que hacen las low cost.
Tanto O’Leary como Walsh han tenido un antagonismo absoluto en el pasado, pero es cierto que los dos son unos tiburones en el trasporte aéreo europeo.
Puede que alguien no crea que esto sea posible porque las grandes compañías tienen sus sindicatos. De momento solo Walsh ha sido capaz de obtener el compromiso de Iberia e Iberia Express para sortear este problema. Desde luego mucho tendrán que decir los representantes de los trabajadores de Air France y Lufthansa para no permitir que esto pueda suceder y con ello intentar desarrollar sus compañías de bajo coste, pero la resegmentación del sector está en marcha quieran o no los sindicatos o les guste o no a las tres grandes compañías aéreas Europeas.
Puede parecer una locura, pero la distancia entre la locura y el genio, se mide solamente por el éxito y tanto O´Leary como Walsh y Bjorn Kjos nos están demostrando que de momento son unos locos o genios del sector aéreo, mientras los españoles contemplamos la situación con los ojos cerrados como siempre.
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