Aeropuertos deficitarios, ahora en paro sin las 'low cost'

El cese de operaciones de Vueling en Ciudad Real y de Ryanair en Reus, con apenas unos días de separación, y el consiguiente parón de actividad en ambos aeropuertos, evidencia el fracaso de la estrategia del Gobierno central y los autonómicos, empeñados en mantener operativos estos aeródromos a costa de talonazo público, sufragando sus pérdidas y subvencionando a las compañías aéreas.

Aena sólo registro beneficios en 10 de sus 47 aeropuertos en 2010 y su ansiada privatización parcial ha quedado pospuesta y pendiente de lo que decida el partido que gobierne tras las elecciones generales del 20N. El PP, que se perfila como ganador en estos comicios, ya ha avanzado que privatizará todos los aeródromos que puedan generar rentabilidad y que potenciará el AVE como conexión con los aeropuertos.

 En cuanto a las infraestructuras con mayor arraigo en sus economías locales, el de Foronda, en Vitoria, ha perdido un 73,9% de sus pasajeros en los nueve primeros meses de 2011, con un total de 503 personas, y sigue pendiente de sellar un acuerdo con Ryanair y Air Nostrum que le garantice un futuro. Por su parte, el aeropuerto de Salamanca, Matacán, ha perdido un 15,6% en el mismo período y contabilizó apenas 30.000 pasajeros.

Aeropuertos para las estaciones de esquí

El de Huesca no es el que más dinero pierde – 4,2 millones de euros en 2010-, pero sí en relación al número de pasajeros. Se construyó pensando en 160.000 usuarios anuales pero en cuatro ejercicios ni se ha acercado a esa cifra. El año pasado tuvo 6.368 viajeros. En julio de 2011 tuvo su propio récord: 15 pasajeros en un mes. En abril lo abandonó su principal compañía, Pyrenair, y ahora sólo acoge vuelos privados o aerotaxis.

Otro aeródromo que quiere ser ‘hub’ para las estaciones de esquí en invierno y para el turismo pirenaico en verano es el de Lleida. Con un año y medio de vida, está prácticamente inactivo. Costó 94 millones de euros a las arcas de la Generalitat de Cataluña. Todas las compañías que pasaron por allí, que son las mismas que han usado otros aeropuertos medianos y pequeños de España (Ryanair, Vueling), han dejado de operar. Sólo le queda un vuelo de Air Nostrum.

Un aeropuerto en Albacete con capacidad para un A380

El aeropuerto de Albacete también ha perdido la única aerolínea comercial que operaba en sus instalaciones y que unía la ciudad con Barcelona. Su deuda se acercaba a los 30 millones a mitad de año. Se caracteriza por acoger una de las pistas de aterrizaje más largas de Europa, donde cabe cómodamente un Airbus A380. De los 2,5 millones de pasajeros anuales que se preveían inicialmente, ni rastro. La media de los últimos meses fue de 65 usuarios por día.

Hace un año se inauguró el aeropuerto de León, en el que el Ministerio de Fomento de José Blanco invirtió 80 millones de euros. Días atrás,  el PSOE reconocía una “caída en picado” en el número de conexiones y pasajeros de este aeródromo ya deficitario, que compite con otros tres en la misma comunidad autónoma: Valladolid, Salamanca y Burgos.

En Galicia, pese a que los expertos insisten en que el único aeropuerto rentable es del de Santiago, los empresarios siguen abogando por la promoción del aeropuerto de Peinador, en Vigo, a pesar de que no ha cesado la caída de sus usuarios desde 2008 y la tendencia continúa a la baja.

Últimas y futuras incorporaciones

El último aeropuerto español en inaugurarse ha sido el de Castellón, el pasado 25 de marzo. Por ahora, ni siquiera hay vuelos programados y se desconoce la fecha para su entrada en operación. Eso sí, ya se ha contratado por 500.000 euros el servicio de hurones y halcones para el control de la fauna del entorno.

 Con este panorama, aún quedan ganas de más. En 2012 se prevé abrir un nuevo Aeropuerto Internacional Región de Murcia en Corvella, a tan solo 35 kilómetros del de San Javier. En Aragón se planea inaugurar un aeropuerto en Caudé, Teruel, destinado a aparcamiento y centro de desguace de aeronaves. Mientras, en la provincia de Huelva hay dos proyectos para crear un aeródromo propio: el aeropuerto privado de El Pintado, en el Aeródromo de La Jara de Gibraleón; y el aeropuerto Cristóbal Colón, impulsado por la Diputación Provincial y la Cámara de Comercio. Y en Extremadura se mantiene en espera el proyecto del futuro aeropuerto internacional de Cáceres. Su coste es igual al de Castellón: 150 millones de euros. Sus promotores aseguran que puede acoger a un millón de pasajeros. Pero eso será, si es, cuando la crisis deje de ser el principal argumento económico.