Las cuatro principales aerolíneas británicas, British Airways, easyJet, Ryanair y Virgin Atlantic han unido sus fuerzas en una campaña contra la Air Passenger Duty, una tasa aérea que se cobra a los pasajeros británicos. Con la firma de los cuatro consejeros delegados, dichas aerolíneas han enviado una carta al ministro de Hacienda George Osborne, que pide la eliminación de la tasa.
Willie Walsh, consejero delegado de IAG, ha señalado que era la primera vez que las cuatro líneas aéreas, que son "rivales", se han unido sobre un tema concreto.
Esta unión ha surgido tras los rumores de que la APD se volvería a revisar en los próximos meses. En la actualidad, los pasajeros pagan entre 12 y 170 libras dependiendo del destino de su vuelo con salida del Reino Unido, en función de la clase y la distancia del viaje.
Los consejeros delegados de las cuatro aerolíneas también han presentado al gobierno un informe independiente sobre los efectos a largo plazo de la APD en la economía del Reino Unido.
Carolyn McCall, CEO de easyJet, ha apuntado que el estudio muestra que mediante el cobro de la APD, Gran Bretaña sufre "pérdidas”. “Mientras Gran Bretaña ha elevado sus impuestos más que cualquier otro país en Europa, los visitantes optan por visitar otros destinos más asequibles”, ha señalado McCall.
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