La prensa británica ha revelado que Ryanair selló el pasado 29 de septiembre una de las ventanas frontales de un B737-800 con cinta adhesiva, que al poco de empezar a volar se despegó, teniendo que volver a tierra el avión tras escucharse un gran ruido” en el aparato.
El vuelo, que partía del aeropuerto londinense de Stansted, llevaba a bordo a 200 pasajeros. Uno de los testigos del momento en el que un operario se subió a una escalera para poner la cinta adhesiva en la venta del piloto pudo inmortalizar el ‘apaño’ y cedió su foto a la prensa.
La Autoridad de la Aviación Irlandesa, país de origen de la aerolínea, aseguró al respecto que "la seguridad de los pasajeros no fue amenazada en ningún momento".
Por su parte, un portavoz de la compañía dirigida por Michael O'Leary rechazó comentar "asuntos técnicos rutinarios", ya que todos los vuelos de Ryanair cumplen con las medidas de seguridad establecidas.
"Tras unos 20 minutos de vuelo, el piloto habló por el altavoz y dijo que había un problema con el parabrisas -que había sido dañado en un vuelo anterior- y que teniamos que volver a Stansted", señala Anthony Neal, uno de los pasajeros que viajaba a Riga, Letonia. La aerolínea tardó dos horas en encontrar otro avión para realizar el viaje.
He sido durante 40 años agente de viajes y desde que han aparecido este tipo de cías. siempre he valorado más mi vida que el costo de un viaje barato, que la gente haga sus propias conclusiones