Quiebra otra aerolínea: la danesa Cimber Sterling

Cimber Sterling, compañía aérea de bajo coste con sede en Sønderborg (Dinamarca), ha presentado la solicitud de quiebra a primera hora de la mañana de este jueves y ha cancelado todos sus vuelos. La aerolínea ha tomado la decisión tras haber registrado números rojos en los últimos balances y haber perdido el apoyo económico de la propiedad, según ha explicado en un comunicado el director general, Jan Palmer.

 El tribunal de Sønderborg va a nombrar uno o más administradores para el concurso de acreedores de la aerolínea. La web de la compañía ha sido sustituida por una página en la que la compañía informa de que se ha registrado la petición de concurso de acreedores a las 6.30 de la mañana de este jueves y de que ha cesado todas sus operaciones con efecto inmediato.

Los responsables de Cimber Sterling confían en poder articular un plan en los próximos tres días para continuar con la operación de algunas rutas. Palmer ha asegurado que “la presidencia y la dirección general han trabajado durante meses intensamente para asegurar la obtención de un ‘turnaround’ en la empresa, pero el tiempo se ha agotado antes de que hayamos llegado a la meta”. Ahora, los dirigentes de Cimber Sterling van a trabajar con el responsable de la liquidación para buscar una ‘reconstrucción’ de la compañía y la venta de, al menos, algunos de los activos.

La propuesta de Jan Palmer y su equipo es la de “en un primer momento y como mínimo, mantener la operación con cuatro vuelos en las rutas regionales que la aerolínea opera para SAS”. También se están analizando las posibilidades de “poner más aviones en el aire y así asegurar una mayor parte del valor de la compañía de cara a un eventual comprador”, según recoge el diario danés Jyllandsposten.

Alimentaba el aeropuerto de Copenhague

En 2009, Cimber compró la también quebrada Sterling y cambió de nombre. En agosto de 2011, la nueva compañía fue comprada por la sociedad chipriota Mansvell Enterprises, de la que el millonario ucraniano Igor Kolomoisky es propietario en un 75%. El 25% restante pertenece al presidente de la línea aérea, Gregory Gurvotoy.

En la asamblea general extraordinaria celebrada el pasado 24 de abril se aprobó una ampliación de capital de 40 millones de euros, aunque ésta no ha llegado a tener efecto por el advenimiento del concurso. Las cuentas de la ‘low cost’ danesa, con más de 10 millones de euros de capital contable negativo en su último balance, estaban sufriendo los efectos de la fuerte competencia en la aviación comercial de bajo coste, así como por el alza de sus costes cuando expandió su actividad fuera de Escandinavia.  

Ole Kirchert Christensen, dueño de la consultora Travelbroker, ha declarado a la agencia Ritzau que “Cimber tenía un papel importante en la infraestructura danesa, porque alimentaba el aeropuerto de Copenhague con pasajeros para las rutas internacionales”. De hecho, la quebrada compañía era la única operadora de cuatro trayectos domésticos, que ahora se espera que sean asumidos por otras aerolíneas, junto con buena parte de su plantilla. SAS ya ha puesto en servicio algunos vuelos extraordinarios este mismo jueves para paliar la situación.

 El sector no lo veía venir

El diario Politiken apunta que la noticia ha caído como una sorpresa en la industria de la aeronáutica comercial de Dinamarca. Según los analistas consultados por este medio de comunicación, había indicios de que Cimber Sterling se iba a fusionar con Skyways y City Airline, ambas propiedad también de Mansvell. Juntas, hubieran constituido la mayor aerolínea regional nórdica. Jacob Pedersen, analista de la entidad financiera Sydbank, ha expresado que “el nuevo modelo de negocio no era ninguna garantía de éxito, pero había elementos positivos en él; entre otras cosas, iba a competir en el ámbito regional en lugar de en las rutas hacia el sur de Europa”.

El pasado mes de abril, Cimber Sterling anunció el despido de 200 trabajadores, casi una cuarta parte de sus 832 empleados. La compañía cuenta con una flota de 23 aviones, con los que operaba medio centenar de rutas. La mayoría de sus vuelos eran domésticos, aunque también ofrecía conexiones a otros puntos de Europa, entre ellos varios aeropuertos españoles.

Cimber Sterling no se responsabiliza de los pasajeros que se encuentran en el extranjero y no hubieran comprado un seguro de viaje, a los que emplaza a costearse ellos mismos el billete de regreso. Solo aquéllos que hayan reservado a través de una agencia de viajes o pagado con tarjeta de crédito internacional podrán reclamar la devolución del billete.