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La Asociación de Agroturismo de Baleares, que cuenta con unos 110 establecimientos asociados en las Islas (107 de ellos en Mallorca y 3 en Menorca) afirma que “este año la situación se presenta muy buena desde mayo a octubre.  Y lo más importante de todo esto es que el 40 por ciento de los clientes son repetitivos, lo que demuestra que el elevado nivel de calidad existente tiene una demanda clara en los principales mercados turísticos emisores”, indica la gerente de la Asociación de Agroturismo, Brigitte Foster. Curiosamente, el turista nacional se ha convertido en el principal mercado para la oferta de agroturismo de Mallorca, puesto que durante toda la temporada de verano representa el 70 por ciento del mercado. “Se aprecia que los esfuerzos promocionales están dando resultados y que esta oferta cuenta con un mercado potencial todavía muy elevado en todos los mercados. El español está respondiendo muy bien y es uno de los más agradecidos por la excelente relación precio/calidad que recibe aquí en Baleares”, apunta la gerente. Pese a lo que pudiera parecer, el nivel de precios de la oferta de agroturismo balear es una de las más caras del país, por no decir la más elevada, según publica mallorcadiario.com. Así, si la media nacional se sitúa entre los 50 y 80 euros de media (régimen de alojamiento y desayuno), en Mallorca y resto de islas los precios medios oscilan entre los 100 y 150 euros. La estancia media es de ocho días. Y las previsiones de ocupación desde mayo a octubre van a estar por encima del 90 por ciento en mayo y junio y del cien por cien en el resto de la temporada alta, principalmente en la oferta existente en Mallorca. El presidente de la Asociación de Agroturismo, Ventura Rubí, comenta que “en estos momentos estamos consolidando un agroturismo que es bueno y que en mi opinión es el mejor que se está dando en Europa, a tenor de lo que nos dicen los propios clientes y touroperadores. Es un tipo de oferta en el que debe imperar los que no lleguen a los niveles de calidad que demanda el mercado, irán desapareciendo. Lo bueno del caso es que debemos aprovechar este ‘boom’ del agroturismo, porque está sin duda alguna de moda, y conseguir el mayor rédito posible en cuanto a promoción turística de la Isla”. Rubí añade que el éxito de esta oferta de alojamiento estriba en el hecho de que los empresarios han apostado por ofrecer algo más, “para así diferenciarnos de la oferta de alojamiento que hay en la Península.