El domingo pasado, el nuevo 787 Dreamliner operado por la aerolínea japonesa ANA en la ruta Tokio-Okayama tuvo problemas para tomar tierra porque su tren de aterrizaje no se había desplegado correctamente. Sin embargo, en el segundo intento todo acabó bien porque la tripulación accionó manualmente el tren de aterrizaje y ninguno de los 249 pasajeros resultó dañado. La propia compañía informó sobre lo sucedido este lunes.
Lo destacable es que tan sólo hacía 12 días que ANA había estrenado la aeronave de Boeing en un vuelo comercial. Tras el incidente, la aerolínea retiró el avión y lo sustituyó por otros aparatos de su flota.
Por el momento, según Cinco Días, ni ANA ni Boeing han dado detalles sobre el motivo del problema en el tren de aterrizaje. El fabricante aeronáutico ha manifestado escuetamente que “está al tanto del asunto” y que se está asesorando a la compañía aérea.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo