La guinda a la nefasta gestión turística del Gobierno de Zapatero la está poniendo el ministro de Fomento, José Blanco, con las cada vez más reveladoras pruebas de que actuó bajo la sombra del tráfico de influencias.
La penúltima había sido la de Aena. Ante la mirada mundial, en un concurso de talla internacional, el Ejecutivo descartó que la adjudicación de El Prat y de Barajas fuera tres días antes de las elecciones generales.
Pero esto quizá pueda encuadrarse incluso en lo anecdótico, por frívolo que parezca. La degradación del Turismo como política de Estado tuvo su clímax con la bajada de nivel en el verano de 2009 hasta una secretaria general.
Las prioridades de este departamento han estado alejadas frecuentemente de las demandas reales del Sector. Durante esta legislatura que afortunadamente termina antes de hora, poco se ha avanzado en los aspectos fundamentales.
El plan para remodelar los destinos maduros ha quedado en un más que sonrojante fracaso, con la fallida probeta de la Playa de Palma. Desde entonces, el resto de zonas pioneras pasaron al olvido.
Los últimos compases del ministro Sebastián en el cargo se están enfocando a ensalzar el futuro de España con el turismo chino, pese a que bajo su mandato España se situó en 2010 solo como el noveno país europeo que más turistas chinos ha recibido.
Las propuestas de desestacionalización han dado resultados deprimentes. El índice del IET dedicado a medir este aspecto ha aumentado con regular constancia en los últimos siete años.
La rentabilidad, que es lo verdaderamente importante, también ha sufrido un retroceso. El número de llegadas solo ha conseguido ver la luz este año, todo el mundo sabe gracias a qué.
Gestos de cara a la galería no han faltado, eso sí. Entre ellos un consejo de ministros monográfico sobre el turismo, cuyos frutos a pocos entusiasmó, y que al poco tiempo vino acompañado de un recorte del 20 por ciento del presupuesto de promoción.
El Sector turístico tampoco echará de menos a Zapatero. Ahora bien, no bastará con que Rajoy mejore a su predecesor: estamos ante 4 años que con seguridad pueden determinar los próximos 30.
Que yo sepa ningún ministro de ningún partido ha hecho gran cosa por el Turismo en éste país,ni del PSOE ni del PP. Decir que no se echará de menos a Zapatero, no es decir gran cosa. Tampoco se echó de menos en su momento a Aznar y tampoco se va a echar de menos a Rajoy que quiere un ministerio de Agricultura pero no uno de Turismo que tiene 3 veces más peso en la economía nacional y no le he leído a usted decir nada al respecto.