Málaga descarta “reacciones inmediatas” en la demanda por la tragedia del Concordia

Cruceros Málaga, la empresa responsable de la explotación de la Terminal de Cruceros de la capital de la Costa del Sol, se ha unido a la opinión generalizada del sector y ha descartado un impacto negativo destacable en la demanda de este tipo de oferta vacacional tras la tragedia del Costa Concordia, al menos de manera “inmediata”.

Según ha explicado a preferente.com la gerente, Susana Gutiérrez, las instalaciones malagueñas no se han visto afectada por las consecuencias del accidente, como sí ha sucedido en el Puerto de Palma, tal y como adelantó este digital. Así, y según ha detallado, la planificación de 2012 no incluía escalas del Costa Concordia, a diferencia del pasado año, cuando arribó en el puerto malagueño hasta en ocho ocasiones entre los meses de enero y marzo. En concreto, el buque accidentado se alterna en sus circuitos con su “gemelo” el Costa Serena, que precisamente tiene prevista una escala en Málaga la próxima semana.

Pese a que Carnival –propietaria de Costa Cruceros- es una de las navieras con más actividad en la terminal malagueña, Gutiérrez no espera ninguna alteración en el funcionamiento habitual de las instalaciones y en la afluencia de pasajeros, ya que según ha especificado, pese a la dimensión mediática de la tragedia, “para nosotros es un evento totalmente aislado”.

Así, considera que el viajero que ha realizado una reserva no va a sentirse “influenciado” por la noticia, dado que la seguridad de este tipo de embarcaciones está fuera de toda duda. “Son barcos modernísimos y testados contra mareas, tsunamis, incendios o choques. Antes de botarse, y durante toda su vida, se hacen simulacros cada dos semanas a bordo con pasajeros Es un medio de transporte y vacacional totalmente recomendable”.

No obstante, ha calificado la tragedia -que hasta el momento se ha saldado con 11 muertos y 22 desaparecidos- como una “raya en el agua” por lo inusual, y atribuible, tal y como apunta la investigación abierta, a un error humano. “En los últimos 200 años todos los accidentes náuticos han sido achacables a un error humano, y en nada a las medidas de seguridad exigibles a un barco de pasajeros, donde esto se prioriza por encima de todo”, ha sentenciado.