La WTM, más políticos que feriantes

Por Miguel Mesquida

Londres. 10/11/10.- Un escuálido Ignacio Vasallo, que apura su marcha de Londres -París será su definitivo retiro después de una amplia y meritoria etapa en Turespaña- se esfuerza en destacar la recuperación del mercado británico… a costa de tirar precios, que así cualquiera saca pecho.

Y eso es lo que hacen todos los políticos en esta feria de políticos: presumir de cifras, de porcentajes, de aumento ocupacionales para el año que viene, de datos positivos vendidos como propios por unas autoridades que ya sólo piensan en las elecciones del mes de mayo.

Qué rutina de feria ésta de Londres, mal planificada en el calendario -¿previsiones a ocho meses vista en un mercado marcado por las ventas de última hora?- y cada vez más distanciada en calidad de nuestra Fitur y de la grande por antonomasia de todas ellas, la alemana ITB.

Produce sonrojo ver los stands prácticamente vacíos -el primer día feriado semejaba el desierto del Sahara, ahora que está de moda- y sólo con overbooking cuando aparecen las autoridades y su cohorte de televisiones y palmeros mediáticos, como si de Obama se tratara…

La WTM no es lo que era y por eso ya por no ir ni acuden los ministros caribeños de los países más significados, mismamente los de República Dominicana y Cuba, que envían representantes de segundo nivel, en una prueba palpable de que este mercado está en decadencia por baratero.

El devaluado secretario de Turismo del gobierno de Zapatero no hace más que vender cifras que se ajustan a la realidad, sí, pero que para nada son buenas para el turismo, o sea, para los españoles, pues poco valor tiene el aumento de turistas si es a base de bajar los precios.

Al igual que Mesquida, a los presidentes de los Gobiernos de Canarias y Balares se les llena la boca hablando de recuperaciones cuando los beneficios de 2011 volverán a ser inferiores a los del año pasado, que ya descendieron en ambos archipiélagos, y esa es la tendencia.

He mirado las agendas de los presidentes de las dos comunidades turísticas con ocasión de la feria londinense y produce vergüenza ajena: visitas a los stands, discursos y algunas reuniones menores con jefecillos de delegados destacados en sus respectivas regiones, pero todo fantástico.

Menos mal que al menos la WTM ha servido para que Thomas Cook haya dado marcha atrás en sus pretensiones de de descontar el 5 por ciento de lo facturado, gracias a la presión y estrategia de un presidente de la gran patronal hotelera al que algunos le quieren marcar los tiempos.