Varias son las empresas turísticas que en las últimas semanas y en los últimos meses vienen registrando atrasos con los pagos, lo que despierta la lógica inquietud entre sus clientes. Los problemas derivan a su vez de la falta de liquidez también de los proveedores de estos.
O al menos esa es una de las explicaciones que las empresas que andan estos días con convenants, pólizas, o instrumentos financieros de este tipo, usan para tranquilizar con quienes tienen relaciones comerciales. Es una espiral peligrosa, que se ha extendido especialmente en las últimas semanas.
Empresas tanto grandes como pequeñas, de todos los sectores, incluida, como no, las propias administraciones, se están viendo afectados de la falta de liquidez y de crédito, al mismo tiempo que los cobros no llegan a ejecutarse y las deudas no dejan de aumentar.
En la mayoría de casos la cosa no ha ido a mayores, y se ha tratado de momentos puntuales, o de varios meses, que con el tiempo han conseguido enderezarse. También hay quien sospecha de que, con protagonistas concretos, se trataba de una mera estrategia para aumentar los ingresos financieros teniendo en cuenta las grandes rentabilidades que ofertaban los depósitos bancarios.
Pero a día de hoy pocos dudan que las empresas que siguen con una tesorería más delicada están realmente en una situación que para sus acreedores es realmente preocupante y que lleva a varios de sus clientes tradicionales a romper las relaciones comerciales.
¿ Es algun grupo concreto? ¿Orizonia?¿Globalia?...........
Si se da una noticia de este tipo, hay que darla con todas las de la ley: dando nombres, sino no tiene sentido.
El negocio emisor español y en especial el de los grandes grupos tiene márgenes bajísimos, enormes gastos, altísimo nivel de endeudamiento y muchisimo riesgo. Lo raro es que sobrevivan porque están obsoletos. Seguramente es cuestión de tiempo.