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EDICIÓN ESPAÑA

Iberia prepara una línea de bajo coste, Mediterránea, con sede en El Prat

MADRID.21/07/05.- El Plan Director 2006-2008 de Iberia contempla reducir la capacidad actual y de crecimiento de la compañía en el aeropuerto de El Prat (Barcelona), para operar desde esas instalaciones como ´hub´ (base de operaciones) con una aerolínea de bajo coste en la que participará accionarialmente. Existe incluso el proyecto de llamar a la nueva compañía Mediterránea, aunque cabe la posibilidad de que haya que poner otro nombre si éste ya esta registrado. El proyecto será comunicado hoy por la dirección de Iberia a los sindicatos de la empresa, en la reunión trimestral de la comisión de seguimiento. Lo más probable es que sea la propia Iberia la que constituya esta nueva compañía, que nacerá con unos costes laborales mucho más bajos que los suyos. De hecho, en los últimos tiempos y en reiteradas ocasiones, la dirección de Iberia ha amenazado a algunos de sus colectivos, sobre todo a los pilotos, con este proyecto de crear una Iberia B, con menos costes y que le permita competir en igualdad de condiciones con las aerolíneas de vuelos baratos en rutas europeas que están ganando cuotas de mercado cada día. En su avance de nuevo Plan Director para los próximos tres años, que prevé un ahorro de 600 millones de euros, la empresa afirma que se medirá con la competencia «con sus propias armas». Además, Iberia disfruta ahora de caja suficiente para abordar este tipo de actuaciones a resultas de la OPA sobre Amadeus, que le ha reportado casi 700 millones. Otra opción que baraja la dirección pasa por alcanzar acuerdos accionariales con alguna de las aerolíneas de bajo coste que ya operan en Barcelona, como es el caso de Vueling, para, desde una participación accionarial, realizar estas operaciones en El Prat. El grupo aéreo que preside Fernando Conte y cuyo consejero delegado es Ángel Mullor, también sopesa la posibilidad de comprar una participación en otra aerolínea de bajo coste europea y llegar con ella al acuerdo de operar desde Barcelona como ´hub´. Lo único que tiene claro Iberia en las dos últimas posibilidades es que prefiere participar accionarialmente de forma minoritaria, para evitar que la nueva empresa se contamine de los costes laborales del resto del grupo Iberia, como ya sucedió en pasadas aventuras empresariales, como fue Viva Air o incluso Aviaco, ambas cerradas hace años. El principal motivo por el que Iberia se lanza a esta aventura es pasar a la acción ante la fuerte competencia que le están haciendo en algunos de sus tráficos las aerolíneas de bajo coste, que además, según ha denunciado la propia empresa ante la Unión Europea y las autoridades españolas, vuelan subvencionadas por las distintas administraciones locales como ayuntamientos, comunidades o incluso Cámaras de Comercio y otras asociaciones empresariales. Por eso también, precisamente la elección de Barcelona como «hub» de estas futuras operaciones, porque Ryanair le está haciendo mucho daño con la utilización del aeropuerto de Gerona bajo la denominación de Barcelona Norte, desde Zaragoza con la de Barcelona Sur y desde el aeropuerto de Reus, igual que otras «low cost» como Air Berlín. La guerra de Iberia con la otra gran operadora británica de bajo coste, Easyjet, está teniendo lugar en el territorio de Iberia, el aeropuerto de Madrid-Barajas. La apuesta por el bajo coste, modelo que hasta la fecha han descartado otras compañías de red como Lufthansa o British Airways, supone una respuesta frontal al colectivo de compañías de vuelos baratos que operan desde España a otras ciudades europeas y que en su conjunto controlan el 20% del mercado.


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