A partir del 1 de noviembre de este año, los turistas que pernocten en Cataluña deberán pagar entre 50 céntimos y 2’5 euros por cada noche, con un máximo de siete jornadas y de dos personas por estancia. La medida ha sido aprobada este miércoles en el Parlament de Cataluña con los votos a favor de CiU y SI (61), la abstención del PP (17 escaños) y 52 votos en contra de la oposición formada por el PSC, ICV-EUiA y ERC.
Junto con la tasa de un euro por receta médica, la subida del canon del agua y los recortes en la jornada y el salario de los funcionarios de la Generalitat, el impuesto que gravará las estancias en alojamientos turísticos ha visto la luz dentro de la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos Generales de la comunidad autónoma catalana.
Los ayuntamientos se quedarán el 30% de los ingresos que genere la tasa turística, a excepción del de la ciudad de Barcelona, que recibirá el 50% de lo recaudado. Los menores de 16 años no deberán pagar el gravamen.
El Partido Popular, que ha permitido la aprobación de la medida por su abstención en la votación, ha asegurado que los nuevos impuestos serán “historia” cuando mejore la economía.
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