La torre del Hotel Arts de Barcelona es, estos días, una torre fortificada. Ha sido el alojamiento escogido para la celebración de la reunión ordinaria del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo y se ha convertido en el objeto de todos los focos gracias a sus ilustres huéspedes y a las fortísimas medidas de seguridad que lo custodian.
El Arts, construido para las Olimpiadas del ’92 a la entrada del puerto olímpico, es un hotel emblemático de la Ciudad Condal. Tres de sus 44 plantas fueron ocupadas ayer por los 22 consejeros del BCE y otras autoridades que van a participar en el encuentro durante la mañana de este jueves.
Delante del hotel, los Mossos d’Esquadra vigilan el entorno desde sus furgones. Hay incluso un todoterreno URO de aspecto militar. Del control del edificio se encarga el Cuerpo Nacional de Policía, cuyos agentes están repartidos por todos los rincones del establecimiento, ataviados con traje y auriculares bien visibles.
En la azotea del hotel Arts se han apostado efectivos de los GEO (Grupo Especial de Operaciones), entre los que hay francotiradores. Se han instalado arcos de seguridad y escáneres en todas las entradas al edificio, tanto las que usan los clientes como las de los empleados y las mercancías.
En total, hay 8.000 agentes del orden repartidos por Barcelona, entre los que se cuentan 4.500 efectivos de los Mossos y 3.500 policías nacionales y guardias civiles. El Instituto Armado se ha hecho cargo de vigilar el puerto y el aeropuerto, duplicando el número de profesionales destacados en ambos puntos.
El Hotel Arts de Barcelona cuanta con 483 habitaciones, tiene categoría de cinco estrellas y está gestionado por la cadena Ritz-Carlton. El inmueble de vidrio azul y acero visto fue diseñado por el arquitecto Bruce Graham y es propiedad de Deutsche Bank.
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