A punto de empezar la temporada alta turística, que según todos los indicadores será mejor que la del año pasado, Baleares y Canarias se encuentran con que sus convenios de hostelería, que afectan a 112.000 personas y 37.000 respectivamente, están en el aire.
Aunque las causas que han llevado a esta situación son totalmente distintas hay un común denominador en ambos casos y es que las negociaciones podrían desembocar en la convocatoria de huelgas en plena temporada.
En el caso de Baleares patronal y sindicatos se volvieran a reunir el miércoles para intentar acercar posturas, pero fue en vano. Ni unos ni otros están dispuestos a ceder, por el momento, en sus pretensiones pese a insistir en su talante negociador. Desde UGT reiteran que si no se alcanza un acuerdo habrá conflicto “en verano, primavera y lo que haga falta” y se dan de plazo hasta finales de mayo para llegar a un entendimiento.
“Esperemos que los empresarios no estén tan locos como para tirar la temporada por la borda" ha señalado a preferente.com Antonio Copete, responsable de Hostelería de UGT, quien afirma que para el sindicato son innegociables tanto el salario como la jornada laboral.
La patronal hotelera por su parte mantiene que debido a la crisis y a la difícil situación económica actual no es posible afrontar una subida salarial, pero UGT insiste en que “el sector hotelero no está en crisis porque el año pasado facturó un 12% más”.
La subida del IGIC paraliza el convenio canario
El caso canario es totalmente diferente al balear. El convenio de hostelería estaba muy avanzado y “tan solo quedaban pendientes algunos flecos”, según ha explicado a preferente.com Jorge Marichal, presidente de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel), pero la subida del IGIC del 5 al 7% por parte del Gobierno canario ha dado al traste con todo.
“Todo ha quedado en punto muerto”, según el representante de la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo de Comisiones Obreras (CC.OO.) en Canarias, Manuel Fitas, quien teme que esta subida en dos puntos repercuta en la pérdida de derechos de los trabajadores del sector y advierte de que estos podrían movilizarse.
La patronal hotelera tinerfeña no oculta su enfado por la decisión unilateral del Gobierno de Paulino Rivero de aumentar en dos puntos el IGIC ya que al tener cerrados los contratos para este año con los operadores turísticos y agencias de viajes no podrán repercutir el aumento del Impuesto General Indirecto en los clientes y ello les supondrá “una pérdida de 150 millones”.
Tras esta subida inesperada Jorge Marichal advierte que “habrá que comenzar la negociación del convenio de cero” y por supuesto “no podremos lleva a cabo ninguna subida salarial” (los sindicatos habían pedido para este año un aumento del 2,4%) lo que unido a la revisión de otros complementos de los trabajadores puede generar “conflictividad laboral”.
Tanto patronal como sindicatos han pedido al Gobierno canario que aplace la entrada en vigor del nuevo IGIC hasta abril de 2013 y han solicitado además una reunión con el presidente Paulino Rivero aunque a día de hoy no han recibido contestación.
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