Las investigaciones sobre las actividades de Adelson en China no paran de crecer. Esta semana el Consejo de Control del Juego de Nevada anunció que está intentando aclarar si la multinacional Las Vegas Sands Corp. cometió soborno en sus transacciones con China continental; una investigación que se suma a las ya iniciadas por el Departamento de Justicia de EEUU y la Comisión de Bolsa y Valores, según recoge El Economista.
Los tres procesos tienen sus raíces en una demanda por incumplimiento de contrato presentada en Nevada por Steve Jacobs, exdirector ejecutivo de Sands China. En esta denuncia, Jacobs alega que fue despedido después de enfrentarse al propio Adelson en varias ocasiones por "las peticiones ilegales".
Sands China ha negado desde el principio cualquier irregularidad y el propio Andelson ha llegado a asegurar que "nada de lo que dice Jacobs es verdad y no puede probarlo". No obstante, las pesquisas se han extendido y se investigan posibles pagos a legisladores de Macao, una región administrativa especial y el único lugar de China donde los casinos son legales. Los dos establecimientos de Adelson allí, el Sands Macau y el Venetian, proporcionan a la compañía del magnate dos tercios de sus ingresos.
Las autoridades de Nevada han obtenido recientemente un informe detallado, pero preliminar, de una firma externa, que llegó a la conclusión de que durante la administración anterior, los controles de la compañía eran 'demasiado débiles'.
El documento, publicado por primera vez el viernes por el Wall Street Journal, no encuentra pruebas concluyentes de pagos corruptos, pero cuestiona una serie de acuerdos antes de la llegada de Jacobs a la compañía.
Entre otras cuestiones, destaca que se gastaron decenas de millones de dólares a través de intermediarios como Yang para asegurar el espacio para el Centro Adelson para Empresas EEUU-China, una organización que pretendía servir de apoyo para las empresas estadounidenses que buscan hacer negocios en China. El proyecto se paralizó posteriormente y no está claro a dónde fue a parar todo ese dinero. Ahora, las autoridades de EEUU intentan aclarar qué pasó con ese dinero y si terminó en manos de funcionarios chinos.
De momento, ninguna de las tres investigaciones -la del Estado de Nevada y las dos a nivel federal- han acusado a Las Vegas Sands o a Adelson de mala praxis o de haber violado la ley. No se ha presentado ningún cargo contra la empresa o el empresario. En teoría, se podría acusar a la empresa de no ser apta para operar casinos debido a posibles violaciónes de la ley en Nevada.
Una queja requiere el respaldo unánime de un panel de tres miembros, y entonces el casino tendría la oportunidad de defenderse o mostrar cambios para corregir los errores del pasado. Si la queja no se resuelve en ese momento, las dos partes se enfrentarán ante la Comisión de Juegos de Azar del Estado, que tiene el poder de revocar una licencia de casino, aunque rara vez llega tan lejos.
Las investigaciones a las empresas de Adelson pueden llegar a colarse en la campaña electoral en EEUU. El magnate se ha convertido en uno de los principales apoyos económicos del Partido Republicano de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.
Este martes, cientos de manifestantes recibieron al virtual candidato republicano a la vicepresidencia, Paul Ryan, en las afueras del hotel Venetian, cuando el legislador por Wisconsin se preparaba para sostener una reunión privada con Adelson .
Adelson es uno de los hombres más ricos del mundo y ha utilizado su fortuna para apoyar causas conservadoras y defender los intereses de Israel desde hace mucho tiempo. Su activismo sionista es de sobra conocido, pero las actividades a favor de la causa republicana las llevaba de forma más discreta hasta esta campaña de 2012, cuando él y su esposa han pasado al primer plano.
El magnate aparece el 14 en la última lista de multimillonarios de la revista Forbes. Su remuneración anual como consejero delegado de Las Vegas Sands se acerca a los 10 millones de dólares (8,14 millones de euros).
Algunas fuentes cifran en más de 20.300 millones de euros la fortuna de un imperio de casinos, hoteles y centros de convenciones, cuyo centro es el Venetian en Las Vegas, un monumento al exceso. De 78 años, casado y con cinco hijos, Adelson creció en Boston en el seno de una familia judía modesta.
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