Qantas ha decidido cancelar un pedido en firme de 35 aviones 787 a Boeing, lo que se traducirá, a precio de catálogo, en una reducción de 8.500 millones de dólares (6.779 millones de euros) en sus inversiones de capital comprometidas para su plan de flota, recoge Expansión.
La medida se produce después de que la aerolínea australiana anunciara unas pérdidas de 244 millones de dólares australianos (204 millones de euros) al cierre de su ejercicio fiscal, que concluyó el pasado 30 de junio, frente al beneficio de 250 millones de dólares australianos (210 millones de euros) registrado un año antes, que atribuyó al alto precio del carburante.
"Qantas practica una gestión disciplinada de su capital y, en este contexto, esta es una decisión prudente", afirmó el consejero delegado de Qantas, Alan Joyce, quién avanzó que sigue los objetivos marcados por el grupo a largo plazo. El ejecutivo señaló que el 787 sigue siendo "parte importante del futuro de la aerolínea", pero justificó la anulación del pedido a "que las circunstancias han cambiado mucho" desde la aprobación del pedido hace varios años.
El 'macropedido' formaba parte del plan a cinco años anunciado por Qantas para reestructurar su flota de aviones de Boeing. La reestructuración implica un retraso de dos años en la primera del 787-9 al grupo.
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