Asedio a Gaspart

El Turismo español ha atestiguado en una semana como tiene a su supuesto primer defensor multado por la Comisión Nacional de Competencia e imputado por el caso de Spanair. El presidente del Consejo de Turismo de CEOE, Joan Gaspart, también ha estado en el foco mediático por el retraso en los pagos de su Hotel Palace de Barcelona, que vendió hace unos meses a unos 600.000 euros la habitación. También tiene otros frentes abiertos por deudas pendientes que no ha abonado. En este contexto, la dotación presupuestaria del Gobierno en materia de promoción turística ha pasado de 76 millones de euros en 2011 a 21,3 millones en 2013. El Turismo español ha necesitado como nunca a un líder fuerte de lobby, mientras otras industrias, como la automoción, siguen concentrando subvenciones del Ejecutivo. Han tenido que ser las patronales de hoteles, agencias, y aerolíneas las que pongan el grito en el cielo por algunas declaraciones de los ministros. La labor del hotelero catalán en este tiempo, como puede verse, ha dado pocos resultados. El lobby Exceltur ha ido especializándose en los informes, de gran calidad por cierto, mientras se esperaba que el peso de la defensa diaria del Sector cayera en el órgano que lidera Gaspart. De nuevo, el Turismo ha carecido de un defensor efectivo, y ahora está cuestionado como ejemplo de todos los empresarios turísticos españoles, dados sus numerosos conflictos abiertos, y siempre recordando que una imputación no supone ninguna culpabilidad. Pero lo de Spanair fue cosa suya, él fue el impulsor, quien se encargó de recabar apoyos para que se fuera a Barcelona, y salió como salió. De momento, su papel como líder del lobby turístico más legítimo está dando, por desgracia, escasos frutos.