Alsa, la filial del grupo británico National Express, logró una facturación en 2012 de 659 millones de euros, lo que supone un aumento del 4 por ciento interanual, mientras sus beneficios bajaron un 0,5 por ciento, hasta 103 millones.
Esta reducción del beneficio, según Expansión, cabe atribuirla al mayor coste del carburante, aunque la empresa ingresó 25 millones del Gobierno español dentro del plan de pagos a proveedores de ayuntamientos.
El conjunto de National Express, participado por la familia Cosmen, redujo su beneficio neto en un 40 por ciento, hasta 70,5 millones, en una caída que obedece según el citado medio "a los costes de preparación de las ofertas para lograr nuevas franquicias de tren en Reino Unido, en concursos que han sido suspendidos".
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