No por esperada, la noticia de un nuevo e intenso tratamiento de adelgazamiento en uno de los touroperadores más grandes de Gran Bretaña, Thomas Cook, es menos dolorosa. El mayorista va a reducir más de dos mil puestos de trabajo para intentar sobrevivir en medio de un entorno adverso en la economía y, sobre todo, para su actividad. El año pasado, las pérdidas fueron de casi 600 millones de euros, lo que supone una cifra espectacular.
Thomas Cook, integrada en un negocio mayorista a nivel europeo, es competidor directo de TUI, el líder en el área. Además de tener una amplia presencia en varios países, su organización es especialmente poderosa en los dos grandes mercados, Alemania y Gran Bretaña, países en los que, además, tiene el negocio integrado verticalmente. Esto es que, como en el caso de varios mayoristas españoles, tienen desde la agencia de viajes al mayorista, y la compañía aérea.
El área más afectada por los recortes es la de agencias de viajes, donde el mayorista pretende cerrar casi de inmediato 195 puntos de venta, tras haber cerrado 168 desde el 2011. Aún así, para imaginar la potencia de esta organización, con esos cierres la red se quedarían en 874 agencias, por detrás de Thomson (la marca británica de Tui) pero por delante del número tres.
Los despidos se estiman en más de 1.600 personas en las agencias, así como 900 administrativos en las oficinas centrales de la compañía. ¿Creen que todo van a ser recortes? No, claro: el negocio online se va a ampliar, porque allí los costes son inferiores y los ingresos son iguales. ¿Les suena este tipo de problema?
Ahora la compañía abre 90 días para determinar qué agencias cierra y cómo prioriza los despidos.
También se ha iniciado un ERTE en su división hotelera HIHOTELS que afectara a siete hoteles de las islas Baleares.