La casa Santa Marta, ubicada junto a la Basílica de San Pedro en la ciudad del Vaticano, ha pasado de hospicio de peregrinos a moderno edificio de cinco pisos que aloja habitualmente a obispos y cardenales que acuden a la Santa Sede.
En estos especiales días de cónclave se ha convertido en el ‘hotel de concentración’ de los 115 cardenales que van a elegir al próximo Papa, además de algunos religiosos que deben acompañar al grupo.
Las habitaciones se han asignado por sorteo a los purpurados. Cada uno de ellos tendrá su propio estudio, cuarto de baño y librería, en un estilo rústico pero confortable. El aislamiento del mundo exterior estará garantizado en las dependencias de Domus Sanctae Marthae.
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