La moratoria vigente desde 2001 en las Islas Canarias que impide construir hoteles que no sean de cinco estrellas o gran lujo tiene visos de mantenerse vigente. Esta es la postura del equipo de gobierno de Paulino Rivero (Coalición Canaria), contrario en todo punto a que se levanten establecimientos de cuatro estrellas en el archipiélago, como piden los empresarios de Gran Canaria y algunas formaciones políticas que debaten actualmente la nueva Ley de Renovación y Modernización Turística de Canarias.
El Gobierno canario ha presentado un texto que prevé hacer indefinida la moratoria, según recuerda La Opinión de Tenerife. La medida contenta en gran parte a los hoteleros de Tenerife, representados por Ashotel, pues la patronal entiende que si se crea nueva oferta alojativa desaparecerán establecimientos veteranos de las islas.
En frente está el sector de Gran Canaria, que considera que la isla que acoge la capital oriental del archipiélago todavía tiene margen para aumentar su oferta porque ha perdido muchas camas en la última década y aún no ha desarrollado plenamente su modelo turístico.
Además de perpetuar la prohibición de construir hoteles de categoría inferior a cinco estrellas, el Ejecutivo de Rivero también prevé, a través de la nueva norma, hacer obligatoria la renovación de la planta hotelera, con ayudas públicas, así como separar las zonas residenciales de las turísticas.
Preferente.com Diario para profesionales del Turismo