Madrid. 12/04/06.-Desde la llegada de Fernando Conte a la presidencia de la aerolínea en junio de 2003, Mullor venía comentando en su círculo de allegados el deseo de facilitar el proceso de transición en Iberia como paso previo a su salida de la compañía. Dicha transición tenía su horizonte en el Plan Director 2003-2005, que la aerolínea saldará en la próxima junta general. Iberia presentará a sus accionistas la mejor cuenta de resultados de su historia, incluyendo las plusvalías por la venta de la central de reservas Amadeus. En concreto, los resultados previstos apuntan un beneficio neto de 395,6 millones de euros, lo que supone doblar prácticamente la cifra del año precedente, que fue de 198,2 millones. A partir de este momento, Ángel Mullor entiende que su misión en Iberia está cumplida y así se lo ha hecho saber a la comisión ejecutiva de la compañía, donde participan el propio presidente, Fernando Conte, además del presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, y el representante del BBVA, Gregorio Villalabeitia, entre otros consejeros. La decisión tendrá que hacerse efectiva ahora a partir de la comisión de retribuciones y nombramientos de Iberia, cuya próxima reunión está convocada para el martes que viene, día 18. La despedida de Mullor, si se cumplen todos los requisitos como quiere el propio interesado, se llevará a cabo en la propia junta general de Accionistas que está convocada para el próximo día 30 de mayo. La salida del consejero delegado supondrá la concentración de todo el poder ejecutivo en manos de Fernando Conte. Hasta ahora, el presidente de Iberia asume la responsabilidad directa sobre las divisiones corporativas o de «staff», en tanto que Mullor tiene bajo su mando el grueso de las áreas operativas de negocio. La reestructuración en lo más alto de la cúpula directiva implicará previsiblemente un ajuste más amplio en el organigrama de la primera compañía aérea española.
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