El juicio celebrado en el Tribunal Superior de Justicia de Baleares por el despido de los diez trabajadores del yate Fortuna que perteneció al Rey Juan Carlos ha concluido con un acuerdo para indemnizar a los demandantes con un total de 1’2 millones de euros.
Cada uno de los empleados recibirá el equivalente a 33 días de compensación por año trabajado, informa mallorcadiario.com. Los montantes finales oscilarán entre los 54.000 y los 185.000 euros, en función de la antigüedad de cada uno.
La demanda se dirigía tanto contra Patrimonio Nacional (propietaria de la embarcación) como contra la concesionaria del mantenimiento del yate Unión Naval Valencia, a las que se acusa de despido improcedente. Existe la posibilidad de que ambas entidades respondan subsidiariamente o que el pago se cargue solo a una de las dos.
Patrimonio Nacional rescindió el contrato con Unión Naval Valencia porque la Casa Real ordenó la desafección del Fortuna por su elevado coste y su bajo uso. El yate fue un regalo de un grupo de empresarios mallorquines, liderados por hoteleros, en el año 2000.
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