Los dueños de Sandos Hotels, Juan Ferri y José Baldo, eran conscientes de que el juez que investiga las irregularidades en la CAM, podría imponerles medidas cautelares, pero no esperaban que la fianza para eludir la cárcel fuera tan elevada a tenor de las cauciones fijadas para el resto de acusados.
Ferri y Baldó, que han pasado ya dos noches en prisión, tenían preparados cinco millones de euros cada uno, de ahí la sorpresa al conocer que el magistrado les pedía siete para no acabar entre rejas. Los empresarios lamentan que no se tuviera en cuenta su arraigo familiar y se decretara prisión para ellos entendiendo que existía riesgo de fuga y de que destruyeran pruebas.
Los socios de la CAM en la sociedad Valfensal esperan ahora en prisión a que el juez de la Audiencia Nacional determine si los catorce millones de euros en propiedades consignados por su abogado para cada uno cubren la fianza. Fuentes jurídicas citadas por el diario Información aseguran que el auto de Gómez Bermúdez es muy claro y dice que los avales han de ser en “metálico”.
De momento, los bienes consignados (propiedades inmobiliarias en su mayoría) están siendo tasados por un perito para determinar si efectivamente cubren los siete millones de euros exigidos por el juez, quien en última instancia decidirá si los acepta como fianza.
Con buen juicio esta valoración será un termómetro de la cacareada recuperación del sector inmobiliario. Me abstengo por el momento de nombrarlo perito titular del hotel-castañazo Palacio de Congressos de Palma.
sin quita; no hay vida.