Un pasajero que iba a bordo del vuelo VY1018 de Vueling envió la semana pasada un mensaje por Whatsapp a su mujer diciéndole que había “personas sospechosas” a bordo y que temía que hubieran “colocado un explosivo” en el avión. El mensaje acabó con un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Madrid Barajas.
Aena, según El Confidencial, ha comentado: “Vivimos situaciones como las de esta tarde más de cuarenta veces al año”. Siguiendo el protocolo del gestor estatal, se habilitó una pista lejana a las terminales para que el aparato de la socia de IAG pudiera tomar tierra con rapidez, se desalojó al pasaje y a la tripulación y se inspeccionó el avión por dentro.
Al rato, las Fuerzas de Seguridad certificaron que se había tratado de una falsa amenaza de bomba. La propia Vueling lo ratificó en su cuenta de Twitter: “Confirmamos falsa amenaza. Sin ninguna incidencia para el pasaje. La Guardia Civil ha aplicado el procedimiento de seguridad”.
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