Las aerolíneas están apostando cada vez más en los vuelos de larga distancia por la denominada clase turista premium. Se trata de asientos situados en la parte trasera del avión que proporcionan un mayor espacio a los pasajeros y que se venden a un mayor precio que los de clase turista pero sin llegar a ser tan caros como los de business.
Los fabricantes de aviones tan tomado nota de las necesidades de las compañías y algunos como Boeing ya ncluyen estos asientos turista premium en más del 30 por ciento de sus 777, según publica Expansión. “La turista premium es como la nueva business class”, confirma Kent Craver, un responsable de experiencia de vuelo y análisis de ingresos de Boeing.
Una de las primeras compañías en ofrecer a sus pasajeros una nueva sección entre la turista y la business ha sido Lufthansa cuyo director comercial Jens Bischof está convencido de que “será un producto muy rentable”. Y es que un billete de ida y vuelta en esta nueva clase costará 600 euros más que uno en turista mientras que el mismo viaje en business supera de media los 2.000 euros.
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