Gabriel Escarrer (Meliá), Antonio Catalán (AC), Carlos Calero (Vincci) o la cadena Barceló consideran que tanto el Ayuntamiento como la Comunidad de Madrid yerran en la labor de promoción turística del destino. Piden más presupuesto y mejor coordinación entre las administraciones y con las empresas privadas, y lamentan que el frustrado sueño olímpico se llevara un enorme bocado de los recursos públicos.
Según recoge El Economista, el vicepresidente y CEO de Meliá Hotels International ha lamentado que “no ha habido un plan estratégico de la marca Madrid que velara por los ejes principales del turismo, como la reputación y la notoriedad (entre otros), y durante años los recursos escasos se han ido mermando concentrándose en exceso en eventos puntuales como los Juegos Olímpicos”.
Carlos Calero, CEO y director general de Vincci Hoteles, apuesta por implantar en Madrid una tasa turística, como tienen Barcelona y otras grandes ciudades internacionales. Eso sí, “siempre y cuando se destine íntegramente a la promoción de la ciudad y antes se lance un potente plan estratégico de promoción”.
La idea de Calero no convence en cambio a Barceló Hoteles, donde se declaran “radicalmente contrarios a establecer cualquier tipo de tasa”. Y, en otro orden de cosas, el hotelero navarro Antonio Catalán pone el dardo en la duplicidad de organismos públicos para la promoción: “No puede haber dos órganos de gestión del turismo en Madrid”.
El presupuesto de la consejería autonómica de Turismo para 2014 es de 6 millones de euros, frente a los dos millones del año pasado según la viceconsejera Carmen González. El Consistorio, por su parte, ha reducido la partida a 24’4 millones, casi dos menos que en 2013. Y los responsables de Madrid Destino sostienen que la capital “está liderando la interlocución con la industria turística y está trabajando ya en un nuevo plan estratégico de turismo del destino Madrid de cara a los próximos cinco años”.
Con el dinero público se cometen muchos dispendios. Como bien dice Antonio Catalán: “No puede haber dos órganos de gestión del turismo en Madrid”. Pero como de los políticos no va a surgir la decisión de acabar con estas duplicidades porque no les conviene, tendría que regularse por ley. Eso sería una buena manera de racionalizar -y adelgazar- la Admon.Pública que buena falta hace.