La administración judicial que se encarga de analizar el patrimonio y el estado financiero de Ángel de Cabo, supuesto testaferro de Gerardo Díaz Ferrán, ha encontrado inmuebles y otras propiedades que el liquidador ha tratado de ocultar a los acreedores de Marsans.
En su informe, los administradores concluyen que De Cabo ha llevado a cabo un vaciamiento patrimonial de sus firmas y piden al juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, que proceda al embargo de dichas propiedades.
"Diversos escritos obrantes en la presente causa, así como declaraciones de diferentes imputados dejan ver que se ha producido un vaciamiento patrimonial mediante la simulación de préstamos a otras empresas del grupo o a sus administradores", relata la administración judicial.
En concreto, según recoge El Economista, aunque la mayor de las sociedades patrimoniales de De Cabo, Aszendia, parece no tener actividad dispone de diversos inmuebles. De la contabilidad estudiada se desprende un aumento en el activo y en el pasivo". Otra de las tácticas empleadas supuestamente por los testaferros de Díaz Ferrán consistía en desviar los ingresos de negocios del grupo Marsans aún en activo hacia compañías sin actividad aparente. Así lo hicieron con Trapsa, la sociedad que explotaba centros deportivos municipales.
Que miren en la República Dominicana, pues el "señor" Diaz Ferrán tenía mucho inmuebles y terrenos que cedió gratuitamente a un tercero meses antes de entrar en concurso.
En la Baja California también tenía algunos "terrenitos".
Pero sigue en Soto del Real, que parece le está cogiendo gusto, pues no lo tratan tan mal a los vip que están allí.