India: los problemas de la mayor democracia del mundo

El mes pasado Narendra Modi ganó por mayoría absoluta las elecciones en la mayor democracia del planeta, India. Días después juraba su cargo como Primer Ministro. La tarea que tiene por delante es enorme. Siempre digo que no podemos tan fácilmente comparar los partidos políticos en Asia en Europa, pero si buscamos similitudes, Modi es de derechas y el partido de la derrotada ¨dinastía” Nerhu – Gandhi, socialista. Curiosamente, todos mis amigos indios sin distinción y de todo tipo de ideologías venían diciéndome que no importaba quien ganara, pero que fuera por una mayoría tal que se pudieran tomar las decisiones que necesita India. El mandato, se lo han dado a Modi, tal vez porque la ¨dinastía¨ es parte del problema y no de la solución.

No hace ni diez años, India pugnaba con China por convertirse en líder mundial en lo económico. Hoy ha quedado claramente atrás, sin estrategia ni liderazgo y con problemas que, seguro, resultarán familiares al lector (no necesariamente porque conozca India, que a lo mejor, pero porque se parecen y mucho a países más cercanos a nosotros que, también, están perdiendo el tren.

¿Cuáles son estos problemas? En primer lugar una función pública inmensa, muy costosa e ineficaz, cuando no dada a corruptelas, en segundo, una clase política amarrada al cargo y, muchas veces, presa de la corrupción. Tercero, unos impuestos altísimos para mantener a funcionarios y políticos. En cuarto, la no toma de decisiones clave para la economía, por no perder el voto de importantes grupos de presión. Finalmente una juventud bien formada, desencantada y que, si puede, emigra con la consiguiente pérdida de talento. ¿Les suena verdad?

India es un destino turístico extraordinario. Es verdad que se ama o se odia, pero nadie negará que es diferente y que quizá ningún país puede competir con India en colores, aromas, paisajes, monumentos y tradiciones. Pero la industria turística tampoco puede desarrollarse dadas las condiciones vistas. Así, India recibe al año menos turistas que mi querida Mallorca (y fíjense en la diferencia de tamaño).

¿Podrá Modi cumplir con el mandato que recibió? No lo creo. Ojalá me equivoque, pero no creo que el pueblo sea más poderoso que funcionarios, políticos y grupos de presión. ¡Es una pena! India y los indios no merecen esto. Aunque si se me concediera alguien un deseo y pudiera arreglarse algo hoy mismo en India, pediría el final de una atrocidad que todavía no he comentado; las repetidas violaciones y asesinatos de niñas, que, muchas veces, quedan impunes. Eso no tiene que ver ni con la democracia, ni con la economía. Es pura barbarie. El no pararlo, es una vergüenza para India y para la humanidad entera.