Desconcierto con Sarasola por que un hotelero abra un airbnb

Sorpresa y desconcierto han copado bastantes de las reacciones a que sea un hotelero como Kike Sarasola el que haya montado un ‘Airbnb’, porque su proyecto Be Mate se sustenta en alentar precisamente a los apartamentos, considerada como la competencia de los hoteles, aunque tampoco han faltado quienes han alabado la visión del empresario por romper moldes y le han augurado éxito, eso sí, solo a sí mismo, porque para los intereses generales hay dudas de que una iniciativa así vaya a resultar beneficiosa.

“Es contradictorio”, “es tirarse piedras contra nuestro propio tejado”, han sido algunas de las valoraciones más comunes compartidas con la redacción de preferente.com, matizando que en el sector no se está en contra de los ‘Airbnb’, “siempre que paguen impuestos”, puesto que “lo que combatimos es la economía sumergida, no las plataformas”.

El descontrol sobre la legalidad y las quejas de los hoteleros ha llevado a que en la Generalitat catalana se plantee restringir el acceso a Airbnb desde cualquier IP de Cataluña, mientras en Nueva York proliferan movimientos similares, donde hasta un juzgado llegó a considerar ilegal a la web, que es la quinta página de viajes más visitada del mundo, por debajo de Booking.com, TripAdvisor, Expedia y Hotels.com.

Sarasola defiende su proyecto como algo inevitable, y ha afirmado que no se puede poner puertas al campo, así que a su juicio lo mejor es unirse que luchar contra el cada vez mayor negocio del alquiler de pisos vacacionales, coincidiendo con el análisis publicado este jueves en preferente.com de Jaime Amador, sobre ‘Si no puedes con el enemigo’…

Expertos hoteleros de primera fila consultados por este digital ven que el cliente tipo de Room Mate “encaja mucho con el producto apartamento, con el cliente de ocio, de fin de semana”, mientras otras voces alertan del efecto de hacer aumentar el parque de habitaciones en las ciudades, donde en la mayoría ya existe sobreoferta, con el posible resultado de más bajadas de precios e incluso cierres y sus consecuentes pérdidas de puestos de trabajo, dado que la industria hotelera es uno de los sustentos del empleo del país.

También se contrapone que con la iniciativa de Be Mate se crea un nuevo concepto de expansión hotelera, al controlar una cadena las habitaciones de un tercer propietario, de forma similar a lo que ocurre con los contratos en Management. “Se trata de un modelo de negocio que no existía y tan válido como otro, pero absolutamente condicionado a que se regule en toda Europa alquiler de alojamiento vacacional”, según ha comentado a este medio Antonio Mayor, presidente de Hosbec, la patronal hotelera de Benidorm

Fernando Fraile, presidente de los hoteleros de Gran Canaria, de su lado, opina que “es una opción interesante y habrá que analizarla. El hecho de que una compañía pueda ofrecer a los alojamientos del entorno los servicios de un hotel, no cabe duda de que es una buena idea, aunque no es nueva”. Ya en algunas ciudades de Estados Unidos como Nueva York hay hoteles que ofrecen sus servicios a los apartamentos de alrededor, ha indicado.

Be Mate lo enfoca desde el punto de vista de un cambio en la mentalidad del viajero, y las cifras hablan por sí mismas, pues mientras que una cadena hotelera amplía su cartera en alrededor de 2.000 camas en un año, plataformas como Airbnb lo han hecho en pocos meses en 40.000, lo que puede dar una idea del crecimiento de la demanda de esta forma de viajar.

En cuanto a la competencia desleal, fuentes que no han querido revelar su identidad, han indicado que “me consta que en Barcelona y en Madrid, propietarios de grandes cadenas hoteleras están en el negocio del alquiler vacacional también pero esto no se dice”. “Hay una doble moral muy grande”, han reprobado.

Para gurús de la tecnología turística, Sarasola ha dado con una carencia importante en un sector que se mueve con rapidez y en el que hay muchas necesidades que no están cubiertas. Consigna, entrega de llaves, servicio de restaurante para comer a la carta, servicio de información… “Lo que hago es que alrededor de mis hoteles me asocio con los 200 apartamentos que existen y les doy un servicio por el que me llevo una comisión, sería como ampliar las camas pero sin hacer obras”, han explicado. No hace más que elevar a nivel de servicio de calidad el apartamento turístico y mezclar el mundo hotelero con el de apartamento vacacional, lo cual “me parece una idea genial”, han valorado.

Y volviendo a ámbitos asociativos, para ellos la clave está en trabajar con viviendas legales, ilegales o a legales (como ya manifestaron en Los hoteleros prefieren la imposición de duras multas al bloqueo de Airbnb - 10 de julio de 2014), y han confiado en que Be Mate trabajará seguro con apartamentos legales en las ciudades en las que haya una regulación del sector y en las que no lo haya, al menos pedirán unos mínimos de calidad, a la espera de que el negocio se regule en todas las comunidades autónomas y ayuntamientos.

Asimismo, han explicado que este tipo de plataformas "tienen su parte positiva y negativa. La positiva es que va a potenciar que se acabe con la economía sumergida, al tiempo va a posibilitar los hoteleros oferten sus servicios en muchos lugares del mundo y esto es una oportunidad sin duda, de crecer en zonas, sin necesidad de crecer en infraestructuras. La negativa es que puede llevar a la propia canibalización del sector ya que puede hacer que la mayoría de los viajeros prefieran apartamentos y desdeñen los hoteles". Y para más inri, y desconcierto, que sea un hotelero quien alimente estos problemas.

“El concepto de Be Mate es unir las viviendas con los hoteles, pero existe un problema que es el enorme crecimiento de la oferta que va a aparecer en el mercado. Esto no solo genera problemas para los establecidos sino que puede haber un descontrol importante de la oferta con lo que se necesita que los Ayuntamientos sean muy escrupulosos a la hora de dar licencias porque en esta coyuntura económica mucha gente querrá sacar rentabilidad a sus casas”, agregan las citadas fuentes, de primer nivel, que piden anonimato para poder expresarse con más sinceridad y no hablar por toda una organización sin antes haberla consultado.

“Lo que está claro es que no es economía colaborativa, es un actor más en el sector turístico y debe estar absolutamente regulado. También está causando problemas a los vecinos y no solo referidos a lo ocurrido en Ciutat Vella, la Barceloneta o en El Carmen en Valencia de escándalos y acciones incívicas sino que muchos arrendatarios están viendo que alquilar sus casas por dos, tres días o una semana es más rentable con lo que las personas que viven en las zonas de los pisos se pueden ver agraviadas por los precios”, han expuesto.

La idea de Be Mate es considerada casi por consenso como “revolucionaria” por el hecho de que sea un hotelero el que la impulse, y de hecho esa fue la palabra que usó la propia Room Mate, que en el vídeo de presentación del proyecto (minuto 1’04”) asegura que es “una idea que solo se le puede ocurrir a Kike Sarasola”, una frase autocomplaciente que “sobra” a juicio de algún hotelero sin ánimo de quitarle reconocimiento a la idea.

Los augurios coinciden de este modo en que el proyecto probablemente sea provechoso para Room Mate, pero no así para los intereses comunes del sector, y echan en falta más altura de miras para una industria que sustenta millones de empleos en España, en lugar de mirar solo por lo de uno.