¿Protestarán los hoteleros mallorquines por la entrada de los March en Aena?

Aena contará en breve con un núcleo duro liderado por los March a través de su Corporación Financiera Alba. La privatización se ha hecho tal como estaba prevista, “ad hoc”. Desde el primer momento se pensó en los March y los dueños de la banca del mismo nombre se harán con el control de los aeropuertos españoles privatizados. Con los March estarán sus colegas de Ferrovial, expertos en la materia.

Los hoteleros mallorquines, o más concretamente la patronal hotelera, ha defendido con fruición la cogestión aeroportuaria. Pero desde hace unos meses no dice ni mu al respecto. ¿Por qué este silencio? Coincide este mutismo en el tiempo con el anuncio de la entrada de los March en el accionariado y en su posición de dominio en el núcleo duro. La Cámara y la Caeb (patronal de las patronales) también callan.

Cada uno es libre de pensar lo que quiera, pero ya es casualidad que la federación de hoteleros ya no se pronuncie sobre este asunto. Esta patronal ha sido si no beligerante en este asunto si rotundamente contraria a una privatización tal cual la ha diseñado la cúpula de Aena. La patronal que todavía preside Aurelio Vázquez quiere un aeropuerto con presencia del Govern balear en su gestión. O quería.

El Govern de Bauzá también calla. Pero el mutismo del Ejecutivo balear era presumible: no se iba a enfrentar a Madrid, compañeros de partido, por esta privatización. Usan como excusa que la mayoría de las acciones siguen en manos del Estado. Pero el núcleo duro es privado. Y ellos, los March, tomarán a partir de ahora las decisiones pertinentes sobre el aeropuerto mallorquín. 

Si los hoteleros han cerrado de pronto la boca, ellos que son tan poco dados a tenerla cerrada, ahora la tendrán aún más con el nombramiento de Simón Pedro Barceló como consejero independiente de Aena. Barceló es presidente de la Agrupación de Cadenas Hoteleras de Baleares y mentor de Vázquez y de la vicepresidenta Benito en cuestiones de asociacionismo: los tres van unidos de la mano.

¿Se enfrentarán, se quejarán o discreparán de Fomento y Aena por el nuevo diseño aeroportuario, que en nada coincide con el deseado por la federación? ¿Protestarán por la entrada de los March? Dudamos que lo hagan: hay muchos intereses de por medio, de todo tipo, de toda índole. Una federación que con sus múltiples enemigos ha pasado en cuestión de meses de la beligerancia a la pusilanimidad.