Miserias del sector aéreo

Que felices somos. A Iberia le van a dar un premio, como si fuera un niño: aviones para crecer, de lo cual me alegro mucho.

Willie Walsh, advierte que habrá que recortar capacidad en asientos cuando las líneas aéreas a nivel mundial esperan crecimientos importantes en su capacidad. Este discurso lo llevo oyendo desde hace más de 30 años. Hay que entenderlo. Esto es lo que aprendió este señor trabajando con Román Pané y Futura, o Air Lingus.

Abundan en el wáter de la aviación una gran cantidad de zurullos que flotan en el agua sucia de este sector. Compañías en quiebra por restauradores, hoteleros y un largo etc. Sobre todo hay que mirar en el sector español quién ha estado en el consejo de administración de las aerolíneas tristemente desaparecidas para escrutar la labor de sus directivos. Sin embargo, nadie les juzga. Los miembros del consejo desaparecen del panorama de forma inmediata.

Mientras tanto exportamos nuestros profesionales al extranjero. Los que tienen suerte están en compañías de prestigio y los que no, mendigan en compañías que no saben ni lo que es el MEL. Este es el sector en el que a unos nos llaman Atila y otros se recuestan en mullidos sillones con los bolsillos llenos riéndose del personal. No sé qué es mejor.

En el rostro de cada uno de estos personajes del transporte aéreo español puede adivinarse el bostezo de aburrimiento que hicieron sus padres en el momento de concebirlos. Es mejor caminar solo que con una multitud que va en la dirección equivocada. Un hueso roto puede curarse, pero la herida que produce una palabra puede pudrirse para siempre.