Reg Spears, un campeón australiano de lanzamiento de jabalina en los años 60, se envió a sí mismo como paquete desde el Reino Unido hasta Australia porque no tenía dinero suficiente para pagar un billete de avión, cuenta el diario USA Today.
Corría el año 1964 y Spears estaba en suelo británico, desesperado por regresar a su país de origen para ver a su hija menor en su cumpleaños, pero sin medios para pagarse un pasaje convencional de una aerolínea. Durante una noche de juerga con otro lanzador de jabalina, John McSorley, a ambos se les ocurrió la idea de enviar a Spears por correo aéreo, dentro de una enorme caja de madera que él mismo podía construir.
La idea funcionó. El deportista había trabajado en el departamento de carga de un aeropuerto, así que tenía mucha información sobre cómo funcionaba el sistema. Junto a su amigo, construyeron una caja con el tamaño máximo admitido en un avión y que pudiera abrirse para que él tuviera la posibilidad de salir de ella y moverse cuando ya estuviera asegurado en la bodega del avión.
Empaquetó algunas provisiones, incluyendo su pasaporte, una muda de ropa, espaguetis en lata, agua embotellada y algunos dulces, se metió en la caja y McSorely le llevó al aeropuerto de Heathrow. El vuelo fue bastante desastroso, pues se retrasó 24 horas a causa de la niebla en Londres. Finalmente, fue trasladado de la Heathrow a París y de ahí a Bombay, donde le dejaron sobre una plataforma a pleno sol y en posición invertida, con el fondo hacia arriba, durante cuatro horas, antes de cargarlo de nuevo en otro avión.
Tras una parada en Singapur para cargar combustible, el aparato llegó a Perth (Australia) 63 horas después. Con ayuda de unas herramientas que encontró, Reg Spears se liberó del cobertizo de carga en el que le habían depositado, se cambió de ropa, agarró su pasaporte y salió del aeropuerto. Llegó a su casa en Adelaide haciendo autostop y dio una buena sorpresa a su familia. El único fallo que cometió fue olvidarse de avisar a su amigo McSorely de que había llegado bien, así que éste llamó a un periodista conocido suyo y la historia de Spears causó un circo mediático. El protagonista contó después que la parte más difícil fue convencer a su esposa de que estaba diciendo la verdad. Spears tiene ahora 73 años y aún vive en Australia.
Pero si es una noticia de hace 50 años!. El titular debió ser: "Un hombre se envió como paquete" y no "Se envía". Hoy esto hubiera sido imposible con la seguridad, rayos x, etc. De todas formas me ha gustado leerla, es curioso.