La aerolínea portuguesa de bandera TAP, a la que aspira Globalia en su proceso de privatización, atraviesa una situación de caja "desesperada" según ha explicado en el Parlamento luso el presidente de la comisión encargada de su venta Joao Cantiga. El directivo añadió: "Es urgentísima la recapitalización de la empresa porque su supervivencia puede estar comprometida". Su facturación ronda los dos mil millones anuales, pero el flujo libre de caja asciende a sólo dos millones, lo que genera enormes tensiones de tesorería.
Los grupos interesados (el empresario portugués Miguel Pais do Amaral, el brasileño David Neeleman mediante la compañía Azul y el magnate colombiano-brasileño Germán Efromovich) deberán presentar sus ofertas el 15 de mayo. La elección de una de ellas debe quedar resuelta antes de final de este semestre. Se vende en este proceso el 66 por ciento de la empresa, un 5 por ciento a los trabajadores y el resto a los inversores privados, según El Economista.
TAP, que lidera el tráfico entre Europa y Brasil y entre España y Portugal, tiene unos fondos propios negativos de 500 millones de euros, detalló Cantiga, lo que hace inviable su salida a Bolsa como opción alternativa. Además, en 2014 por primera vez en los últimos seis ejercicios registró números rojos por 46 millones de euros. Además, aún quedan por conocer las pérdidas de su filial de mantenimiento e ingeniería en Brasil.
Este déficit se atribuye a las numerosas huelgas sufridas por la compañía el pasado año, a la bajada de tarifas y a los alquileres de aviones a terceros, entre otros motivos. La aerolínea vuela a 88 destinos de África, Europa y América, su plantilla asciende a 5.000 personas y la flota asciende a 77 aviones.
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