Después de arduas negociaciones, el PSOE de Baleares ha cedido antes Més y Podemos y acepta la aplicación de una ecotasa a partir de 2016, con el fin de sellar el acuerdo para gobernar en el Archipiélago. La nueva versión del impuesto turístico, que ya aplicó el primer Pacto de Progreso, está aún pendiente de concretar la vía de cobro pero se barajan los hoteles o aeropuertos y puertos como vía de recaudación.
Aunque alaban la cesión de los socialistas baleares, desde Podemos se quejan de la “indefinición” sobre la aplicación del nuevo impuesto. Se desconoce la fecha de la implantación de la ecotasa y la finalidad de la recaudación. El acuerdo difundido este jueves señala que “se creará un impuesto turístico, previo debate social y político y estudiando la forma de su aplicación preferentemente a través de puertos y aeropuertos y con la menor afección a los residentes en Baleares”, según publica El Mundo/El Día de Baleares.
El impuesto se plantea recaudar de los bolsillos de los turistas, aunque no se descarta que también afecte a los residentes. De hecho, Fina Santiago, de Més, busca el “menos impacto” en los baleares. La idea sería cobrar entre uno y dos euros por estancia turística a la entrada de Baleares, en aeropuertos y puertos. Además de chocar con la normativa europea por la posible discriminación de ciudadanos en países miembros, toparía con Aena.
La otra vía de cobro serían los hoteles, aunque las tres formaciones reconocen que también deberían pagarlo los turistas que optan por otros alojamientos como casas y apartamentos de alquiler, por lo que habría que abordar la regulación de alquiler vacacional, tal y como estaba previsto en su programa.
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