Los dueños del spa Villa Stéphanie, del hotel Brenners de Baden-Baden (Alemania), han creado habitaciones para que sus clientes puedan desconectar por completo. Por ello, han forrado las paredes de los cuartos con placas de cobre, pintadas con un material especial, que obstruyen las señales electrónicas cuando se activan pulsando un botón.
La idea del establecimiento es dar servicio tanto a los adictos a Internet, que quieren hacer una pausa, como a quienes piensan que duermen mal a causa de la contaminación electrónica del ambiente. La estancia en una de las habitaciones de ‘detox’ digital cuesta 1.115 euros por noche.
En todo el edificio, además, el cableado está recubierto también para reducir los campos electromagnéticos al máximo. Frank Marrenbach, director gerente del Brenners Park-Hotel & Spa, ha comentado: “En un mundo en el que la gente está conectada prácticamente todo el día, hay necesidad de lugares de retiro donde sea posible relajarse y centrarse en uno mismo. Por estas razones se ha creado la Villa Stéphanie”.
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