Caos a bordo, acoso a varias pasajeras, actitud alterada, conducta violenta… Son algunos de los testimonios de los pasajeros del vuelo de Ryanair que, procedente de Bournemouth, acabó tomando tierra en el aeropuerto Reina Sofía de Tenerife y, finalmente, con la detención por alteración del orden público de un hombre de 30 años, británico, que se aseguró de que el resto del pasaje no olvide la experiencia compartida en el aire momentos antes de ser detenido por la Guardia Civil.
El caos en el vuelo llevó al comandante de la aeronave a llamar a tierra solicitando la presencia de las fuerzas del orden público en el momento del aterrizaje que tuvo lugar sobre las 11,30 horas del pasado 30 de junio. Cuando la Guardia Civil procedió a reducir al joven, éste respondió con agresividad intentando propinarles varios cabezazos y puñetazos ofreciendo gran resistencia al arresto.
Algunos testigos afirman haber visto al joven comprando una botella de whisky en el Duty Free antes de embarcar, si bien no ha podido confirmarse que se encontrara bajo los efectos del alcohol durante el vuelo, sostiene La vanguardia.
Por su parte, la compañía Ryanair ha pedido disculpas a los pasajeros señalando que no tolerará en sus vuelos incidentes como el sufrido en el vuelo Bournemouth-Tenerife.
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